Hablar de ampliación de empresas y generación de empleo es siempre buena noticia, y cuando la crisis aprieta, lo es más. Por eso el proyecto de Frigrove se sitúa al nivel, por ejemplo del de Larsa (Vilagarcía), que pretende "hacer una redistribución de la superficie industrial para incorporar productos de nueva generación, no solo para el mercado nacional sino también para la exportación".