El picudo rojo, que como se informó hace días constituye una importante amenaza para las plantaciones de palmeras, y que recientemente se ha detectado por primera vez en Galicia, puede haberse introducido en A Toxa. Así lo confirman los técnicos de medio ambiente y especialistas en el control de este tipo de plagas, tanto en el Concello de O Grove como en Madrid y Valencia, donde varias empresas se han interesado ya por la presencia de dicho escarabajo y proponen diversas fórmulas para tratar de minimizar los daños.

En cualquier caso, todos los especialistas parecen coincidir en que una vez hace acto de presencia, es muy difícil poner freno a la expansión del picudo rojo, ya que actúa de manera muy discreta al principio y acaba convirtiéndose casi en un enemigo imbatible que destroza las palmeras que encuentra a su paso.

Según se ha podido saber, en la comarca de O Salnés hay plantas con síntomas más que evidentes y en un estado de deterioro tan acentuado que tendrán que ser taladas en breve. Pero la principal preocupación radica en la abundante plantación de palmeras existente en los jardines de la isla estandarte del turismo en Galicia, ya que se trata de ejemplares de gran porte que dan mayor esplendor si cabe a este espacio insular, sobre todo en el entorno del Gran Hotel La Toja y la capilla de conchas.

Hace días el concejal delegado de Medio Ambiente en O Grove, Alfredo Bea García, apelaba a la necesidad de proteger las palmeras de A Toxa y empezar a adoptar medidas preventivas.

Ayer, desde este mismo departamento, confirmaban que ya iniciaron gestiones. A modo de ejemplo, cabe explicar que el Concello de O Grove contactó con una empresa con sede en Alicante que además colabora con la Universidad alicantina y que desarrolla un ambicioso e innovador proyecto que se ha demostrado eficaz para combatir al picudo rojo. Pero hay un problema, y es que se plantea el uso de un producto que todavía no puede ser comercializado, por lo que habrá que esperar o buscar otras alternativas.

En la concejalía de Medio Ambiente explican que el método que plantean desde Alicante para combatir este coleóptero que destruye los palmerales "consiste en generar y utilizar una especie de hongos que se colocan en trampas y atraen al picudo, que al entrar queda empapado con ese hongo".

Lo que sucede es que "al cabo de unos días el hongo empieza a reproducirse en el propio escarabajo y lo mata, con la ventaja de que el picudo extiende el hongo entre los demás miembros de la colonia".

En el departamento que dirige el galeguista Alfredo Bea García insisten en que se trata de un método "inocuo para la flora y la fauna", pero saben que "está aún en fase de ensayo, por lo que todavía no pueden comercializarlo a pesar de que las pruebas están siendo buenas, de ahí que incluso pidiéramos ya presupuesto".

A la espera de soluciones concretas, "estamos trabajando con los técnicos de esa empresa alicantina para examinar las palmeras de A Toxa, pues han podido comprobar que hay signos evidentes de que el picudo las está atacando ya", apostillan en Medio Ambiente.

En términos similares se pronuncian en la empresa de control de plagas Rentokil. Su director técnico, Enrique Corrella, manifiesta que "hay que inspeccionar las palmeras afectadas, intentar sanearlas si es posible (dendrocirugía) para evitar su tala y destrucción, y llevar a cabo tratamientos anuales, utilizando de forma combinada enemigos naturales del picudo e insecticidas con los que poder controlarlo de forma preventiva y curativa".

Este experto apunta, igualmente, que esta plaga intensifica su actividad en los periodos calurosos, por lo que "primavera y verano son las épocas más problemáticas, siendo necesario extremar la vigilancia y los tratamientos".

Del mismo modo, "el invierno es el mejor momento para que, en caso de tener que hacer podas en las palmeras, éstas se hagan sin correr riesgos de propagación del picudo".

En Rentokil-Initial PLC presumen de ser "la compañía líder en servicios de control de plagas" y de "80 años de experiencia y más de 70.000 empleados repartidos en más de 50 países de todo el mundo". Con estos antecedentes, desde Rentokil plantean una estrategia "efectiva tanto para el control preventivo como curativo en las palmeras afectadas". Se basa "en el manejo integrado de plagas combinando distintas estrategias, como la dendrocirugía, para el saneamiento de las palmeras afectadas; el trampeo con feromonas, para controlar las poblaciones en zonas afectadas y establecer estrategias de protección de áreas no afectadas o limítrofes; y el empleo de la 'lucha biológica', con la utilización de enemigos naturales entomopatógenos, como el nematodo Steinernema carpocapsae o el hongo Beauveria bassiana". Todo eso "sin descartar, e incluso considerando necesario, la utilización de productos insecticidas convencionales, ya por pulverización del cogollo, inyección o en el agua de riego en el caso de plantones".