Una decena de personas han mostrado su interés por cultivar para la cooperativa Horsal, que tiene en marcha un proyecto para incrementar su producción agrícola. La mayoría de las personas que se han inscrito son parados o jóvenes que tienen otras ocupaciones, pero que también quieren probar suerte con pequeñas plantaciones al aire libre. "La mayoría tienen solo superficie al aire libre, y están pendientes de que los técnicos vayan a ver sus fincas", explica el gerente de la cooperativa, Fernando Beira.

Horsal quiere aumentar su producción, porque cuenta con varios clientes que demandan una gran cantidad de mercancía, y la que producen los socios de la cooperativa no es suficiente en algunas ocasiones. Por ello, aprobaron recientemente una modificación de sus estatutos, de modo que ahora Horsal ya puede comprar la mercancía de agricultores colaboradores, sin la necesidad de que se den de alta como socios.

Para promocionar esta campaña la entidad agrícola de Cambados convocó una serie de charlas por algunas de las parroquias arousanas con mayor tradición agrícola. La primera de ellas fue el pasado fin de semana en Corón (Caleiro, Vilanova) y acudieron más de medio centenar de personas a la charla. Al acabar algunas de ellas se acercaron a los responsables de Horsal para anotarse como posibles colaboradores. Pero además, ya han contactado con la cooperativa otros agricultores de la zona. "Muchos ya llamaron antes de la charla, al enterarse por el periódico de que buscábamos colaboradores", añade Beira.

Lo que sí ha sorprendido a Horsal es que entre los interesados hay poca gente de la que ya trabaja en el campo y vende su mercancía en los circuitos tradicionales, como los intermediarios o los mercados de abastos. "Pensábamos que tendríamos más o menos la mitad entre gente nueva y productores tradicionales, pero de estos casi no ha venido ninguno por ahora", concluye el gerente de la sociedad.

Un invierno malo

La meteorología del invierno no está siendo propicia para el campo de O Salnés. No ha habido apenas heladas, de las que queman la hortaliza, pero a cambio llovió demasiado. "Hubo muchas inundaciones, tanto en cultivos al aire libre como en invernaderos situados en las proximidades de los ríos, y eso causó bastantes problemas", apunta el gerente de Horsal.

Los temporales de viento, como el Nicky o el Gong, también dañaron algunos invernaderos, con la consiguiente interrupción de los cultivos. "Fuera de O Salnés también ha sido un mal año para los productores de grelo o nabiza", remacha Beira.