La comunidad de montes de Armenteira es la tercera de la sierra del Castrove que prohibe en sus terrenos el pastoreo del ganado mostrenco. Y podría no ser la última, pues otras agrupaciones vecinales llevarán el asunto a sus respectivas asambleas de aquí al mes de marzo. En el caso de Armenteira, la prohibición se aprobó el pasado fin de semana por unanimidad en una asamblea a la que acudieron 70 vecinos.

El presidente, Antonino Martínez, manifiesta que "nosotros no estamos en contra de los caballos, porque sabemos que son buenos para el monte, pero sí estamos en contra de que los ganaderos los dejen sueltos por ahí y no los atiendan ni se hagan cargo de los daños cuando bajan a las fincas". Los vecinos de Armenteira, en Meis, siguen así el camino iniciado hace dos semanas por los de Combarro (Poio), que también acordó en asamblea prohibir la entrada en su monte del ganado mostrenco. Y según Antonino Martínez hay más comunidades que podrían adoptar esta misma decisión en las próximas semanas "porque cuando tenemos las reuniones de la mancomunidad del Castrove hay mucha gente que está en contra del ganado sin control".

De hecho, San Salvador de Meis celebrará una asamblea en marzo, y la presidenta, Peregrina Martínez manifiesta que "hay gente que está a favor del ganado, pero creo que son más los que están en contra. El pastoreo en el monte es necesario, pero hay dueños que se preocupan muy poco de los caballos. Nuestra posición se decidirá en asamblea. Yo solo tengo un voto".

En San Tomé de Nogueira, Juan Villanueva prevé convocar la reunión general para enero y uno de los puntos de la orden del día será la prohibición o no del ganado. En este sentido comenta que "lo que más nos preocupa es que nos hagan daño en la plantación de frondosas, que tiene 21 hectáreas. En primavera sí que tenemos que estar muy atentos para que no nos entren allí".

Y José Manuel Ruibal, de San Vicente de Nogueira, plantea que "yo no soy partidario de llegar a esos límites. Entiendo que habría que sentarse de una vez por todas y buscar una solución". El presidente de San Vicente apunta que los problemas en su parroquia se localizan fundamentalmente en el entorno de Penente y está convencido de que "si están controlados, los animales son buenos para el monte".

Por ello, insta a la administración autonómica a que medie entre las partes, pues reconoce que hay vecinos molestos. "Si ves que te baja un caballo a la finca y te encuentras con que no tienes con quien hablar claro que te enfadas".

En Campañó (Pontevedra) adoptaron la decisión de prohibir el pastoreo sin control hace ya tres años. Sin embargo, en esta parroquia se arregló el problema porque la asociación de ganaderos apostó desde el primer momento por tener los animales regulados e identificados. Tanto es así que el vicepresidente de los comuneros, Celso Sánchez, sostiene que "tenemos muy buena sintonía entre las dos partes. Cuando se produce un daño los criadores se preocupan de retirar los caballos y de pagar".

Así las cosas, Armenteira comunicará ahora a la Xunta de Galicia su decisión, y en teoría la administración autonómica tendrá que tomar las medidas oportunas para que el ganado no entre en los terrenos de dicha parroquia. Si eso pasa, y se producen daños en las fincas, los asesores jurídicos de las comunidades entienden que será la Xunta la que tenga que correr con la indemnización.

En cualquier caso, los vecinos de Meis están dispuestos a aceptar caballos en su monte siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos, como que estén identificados con microchip, que el ganadero tenga un plan de pastoreo, y que pida permiso antes a la asamblea de la comunidad. "Lo que pedimos son cosas naturales. Nosotros no vamos a gastar el dinero cerrando nuestras fincas porque haya gente que tenga los caballos sueltos y sin identificar por ahí".

En los municipios de la sierra del Castrove hay una asociación de criadores de caballos, que tiene unas 250 reses en régimen de libertad.