Las biotoxinas marinas persisten en niveles que hacen inviable extraer y comercializar la vieira. La flota tenía fundadas esperanzas ante los últimos análisis efectuados por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), ya que las pruebas de días previos habían dado un primer negativo, y todo parecía indicar que los nuevos muestreos iban a constatar que la popularmente conocida como marea roja había remitido, por lo que este preciado bivalvo podría llegar a los mercados en Navidad.

Pero no fue así. Aún no está todo perdido, pero el resultado analítico que se esperaba no se dio, y la cruda realidad tiró por tierra todas las expectativas, por lo que ahora habrá que esperar a la realización de nuevas pruebas, a partir de mañana.

Si finalmente se reducen los niveles y se permite la extracción y venta de la vieira, la campaña podrá empezar entre el 10 y el 15 de este mes. Si no es así, la operación navideña de los vieireiros cambadeses podrá darse por perdida, según indican en el propio sector.

A la espera de acontecimientos, en Cambados ya empiezan a barajar la posibilidad de recurrir al stock, pues se han guardado, congeladas, "alrededor de 40.000 o 50.000 vieiras" que, aunque insuficientes, se usarían para abastecer el mercado si la toxicidad no remite.

Desde la cofradía de Cambados, Francisco Miser confirma estos extremos y recuerda que "el año pasado resultó pésimo, pues la toxina impidió que comercializáramos vieira en Navidad, y como no teníamos stock, no pudo llevarse a los mercados".

Esta vez, al menos, "hemos tenido la precaución de guardar esas cerca de 50.000 unidades para abastecer a los compradores si la toxina persiste y no nos deja faenar".