En la Casa da Cultura Lueiro Rey se dieron cita a mediodía de ayer los cofrades de 17 agrupaciones enogastronómicas de la Península Ibérica para conmemorar el veinte aniversario de la del Centolo Larpeiro de O Grove.

El acto se encuadra en la Fiesta de Exaltación de la Centola que ya ha arrancado en la localidad y se prolonga hasta el próximo 7 de diciembre.

Víctor Otero Prol dirigió una jornada que resultó un verdadero éxito de participación pues se dieron cita en la villa grovense más de un centenar de cofrades que rindieron pleitesía al que se considera el rey del marisco.

La ceremonia en la Casa de Cultura se inició con un minuto de silencio por los cofrades ya fallecidos para pasar luego a la entrega de placas a los distinguidos en este redondo aniversario.

En esta ocasión correspondió el premio al restaurante "Lareira do Larexo" en la que se celebra la tradición culinaria que da nombre a la cofradía "por la promoción y divulgación de la centolla".

En este restaurante se sirvió ayer el suculento banquete compuesto por aperitivos de marisco, langostinos y centollo y pierna de cordero a la antigua usanza, seguido de postre y queimada tradicional, y que, por supuesto, estuvo amenizada por un grupo de gaiteiros y conjuro.

En el apartado de reconocimiento a los marineros, la placa se entregó a la tripulación del "Chapeliño do Grove", a saber, Antonio Otero Pérez, Antonio Otero Aguín y Miguel Ángel Otero Aguín.

Asimismo se distinguió a Beatriz Castro, del hotel Con da Garda en San Vicente, una persona muy vinculada a la enogastronomía de la localidad.

Tras este emotivo acto de reconocimiento anual, la directiva de la cofradía Centolo Larpeiro admitió a dos nuevos cofrades, en este caso Pablo Agrelo, presidente de la cofradía do Mexillón de O Grove y al presidente de la Fundación Lusogalaica.

Tras la fiesta todos los asistentes han recibido un recuerdo de su presencia en el vigésimo aniversario del Centolo Larpeiro.

Otero Prol fue el encargado de entregarles un diploma de agradecimiento por la asistencia al aniversario, así como un libro obsequio del Ayuntamiento de O Grove y una caja con botellas de vino.

Pero el acto más espectacular fue el que todos los cofrades realizaron por las calles de la ciudad, desde la Casa da Cultura, por la rúa de Castelao hasta llegar a Villa Juanita.

Los participantes lucían sus capas y boinas típicas, que en el caso de O Grove es de color azul marino y boina marinera. Los cántabros de la anchoa o los de Sabadiego llamaron la atención del público que les vio desfilar.