Guardia Civil y Policía Local de A Illa investigan el atraco que sufrió ayer una de las farmacias situadas en el casco urbano de ese municipio, en concreto, en la avenida de Castelao. Sobre las 14,00 horas, un varón de mediana edad entró en el establecimiento, cuando se encontraba vacío de clientes, y amenazó a la dependienta con un cuchillo mientras le exigía la recaudación de la máquina registradora.

La dependienta tuvo que entregarle todo lo que había en la caja registradora, una cantidad que estaría próxima a los 400 euros. Nada más huir del local, la mujer alertó a las fuerzas de seguridad, que solo unos minutos después se presentaron en el lugar de la farmacia.

La presencia de cámaras de seguridad en el establecimiento no pasó desapercibida para los agentes de la Policía Local y la Guardia Civil que visionaron el vídeo donde se puede observar a un hombre de mediana edad que aprovechó la cazadora y un gorro para ocultar en parte su rostro al entrar en el interior de la farmacia.

El "modus operandi" hace pensar a los agentes que llevan la investigación en que el atracador pueda estar vinculado a otros de similares características ocurridos en la comarca de O Salnés, en especial a uno ocurrido en Ponte Arnelas, Concello de Vilanova, la pasada semana y que está asiendo investigado por la Guardia Civil.

Además, los agentes de la Policía Local van a tratar de contactar con vecinos de la zona o con la gente que pudiera haber pasado por el lugar a esa misma hora por si pudiesen aportar algún dato a la investigación, como el tipo de vehículo en el que huyó el atracador, si pudiesen haberlo identificado o la dirección que tomó al salir del establecimiento comercial. Los agentes también recogieron otras pruebas que ayuden a esclarecer el atraco lo antes posible.

La presencia de los vehículos de Guardia Civil y Policía Local ante la farmacia no pasó desapercibida para los vecinos, entre los que la noticia del atraco se extendió como la pólvora al ser algo muy inusual en el municipio.

De hecho, en los últimos meses se han registrado robos con fuerza, sobre todo en establecimientos hosteleros, en los que los ladrones accedían a los locales tras forzar o romper una puerta, pero en ningún caso se emplearon armas como lo ocurrido ayer.