Tras su regreso a Vilanova de Arousa desde Argentina en el año 1936 se encuentra con un pueblo con enormes problemas sociales y económicos "en donde los niños andaban descalzos por la calle" según sus recuerdos. Un imagen que le marcó para siempre.

El viaje de vuelta a Galicia lo hizo en el trasatlántico "Cap Arcona," que se haría tristemente célebre al final de la Segunda Guerra Mundial por haber provocado la segunda catástrofe naval más importante en la historia, al morir en el mismo 4.500 prisioneros rusos y polacos apretados en sus bodegas tras el bombardeo por aviones de la RAF, "al observar algunos buques de guerra alemanes cerca del Cap Arcona".

De su estancia en Argentina le gustaba contar una anécdota que demostraba el extraordinario potencial ganadero de esta nación aún en tiempos de depresión.

Relataba que cuando la familia salía al campo para hacer una excursión, era frecuente encontrar carteles que ponían "deja el cuero" lo que quería decir, que si tenías hambre podías matar una res, prepararte un asado y comértela sin dar explicaciones, pero eso sí, debías dejar la piel que era lo único que tenía valor.

Tras pasar la Guerra Civil "sin haber pegado un solo tiro" según sus propias declaraciones, y ello a pesar de haber sido instructor en el manejo del fusil y máscaras antigás así como enlace de diversas unidades, regresa a su tierra, Vilanova, en donde ejerce las más diversas funciones: marinero, regatista e incluso concejal, hasta que tras su casamiento se traslada a Vigo para trabajar al principio con la firma Rodolfo Lama y ya definitivamente en la poderosa empresa Massó.

Es en Vigo donde iniciará una intensa labor como director en el extraordinario mundo de las corales gallegas, siendo la primera de ellas la "Coral Casablanca" con la que consiguió, desde 1957 hasta diciembre de 1988, los premios más codiciados en el mundo de los orfeones.

De todos ellos hay que destacar la medalla de oro que le concedió la Fundación Gulbenkian de Portugal, medalla de honor del Círculo Mercantil e Industrial de Vigo, primer premio Reconquista del año 1959, primer premio del Certamen de Corales "Canción del Mar" de Ferrol, premio extraordinario a la mejor coral de España otorgado por Televisión Española entre las 25 agrupaciones polifónicas asistentes al festival, etcétera. Pero sin duda el galardón mas importante que obtuvo la coral Casablanca bajo su dirección fue el primer premio y medalla de oro en el Certamen Internacional de Habaneras y Polifonías de Torrevieja en el año 1968.

A dicho Certamen anual asisten los mejores conjuntos polifónicos de todo el mundo y el solo hecho de participar supone tener una extraordinaria preparación, y ganar el primer premio significa lanzar a la agrupación coral a la fama en los cinco continentes.

En el año 1989 inicia la dirección de la Coral del Real Club Náutico de Vigo, de la cual fue su fundador, y al igual que había ocurrido con la Coral Casablanca, también ahora obtiene premios importantes tal como el primer premio en el Certamen Internacional de Corales celebrado en Ourense en el año 2001.

Otra formación que dirigió fue la dependiente de la Unión Recreativa de Empleados de la Caja de Ahorros de Vigo conocida popularmente como Ureca, destacando con la misma su extraordinaria actuación en el II Festival de Habaneras y Polifonías Ciudad de Vigo en el año 2009.

Al mismo asistieron los conjuntos polifónicos más importantes de Galicia hasta un total de veinticinco orfeones, que como curiosidad, interpretaron muchos de ellos diversas composiciones de Francisco Rey Rivero.

La otra gran faceta del vilanovés es la de compositor, con más de 200 obras entre las cuales hay dos misas, siete obras sacras, 9 habaneras, 23 composiciones gallegas, y un largo etcétera.

Algunas de sus composiciones han sido interpretadas por agrupaciones extranjeras tal como ocurrió en el año 2003 cuando el "Youth Choir of Namibia" interpretó su conocidísima "Velai Vai", y desde luego es raro el certamen de corales en que no son interpretadas algunas de sus obras.

En relación con su pueblo, Vilanova, es de destacar sobre todo su contribución a la formación de la Coral Polifónica de Vilanova, así como la composición del "Himno a Vilanova de Arousa" que se interpretó por primera vez el 17 de septiembre de 1989 en la iglesia parroquial de Vilanova, cantado por la Coral Polifónica del Real Club Naútico de Vigo, bajo la dirección del propio autor.

Las medallas y distinciones que le fueron otorgadas a lo largo de su intensa vida artística fueron numerosas: Medalla de Oro del Mérito Musical Marcial de Adalid de la Real Academia de Bellas Artes con título de Meritísimo en 1988; Insignia de Oro del Real Club Náutico de Vigo; Medalla de Oro de Bellas Artes de la Xunta de Galicia, Patrono de la Sección Musical de la Fundación Gulbenkian (es la más importante fundación cultural de Portugal); Vigués distinguido en 1997; Artista do Salnés en 1986, etcétera y sobre todo algo que pocas personas han conseguido: que se le dedique una calle cuando estaba vivo, tal como ocurrió en Vigo, y otra ya fallecido tal como ha ocurrido recientemente en su pueblo natal de Vilanova.

Fallecido el pasado 22 de abril de 2012 a los 92 años de edad deja como recuerdo musical la composición de extraordinarias obras para coral, muchas de ellas repetidas continuamente tales como: Foliada do Salnés, La sirena, Cuna donde nací, La parranda, El abanico, El murmullo de la tórtola, Duerme meu ben, Consolo, Vento mareiro, Mi vieja Habana, Hermosa, Enguedellos, Flor de romeo, Una lágrima, Tenebrae, Requiem eternam, Meu caravel, Velai vai, y un enorme repertorio más.

Ha sido sin duda alguna uno de los directores y compositores de música coral más importantes que ha tenido Galicia, por lo que la comarca de O Salnés y sobre todo Vilanova de Arousa deben estar orgullosos de tener entre sus personajes históricos a una persona sencilla, generosa y que, sobre todo, ha sido genial en la música.