La crisis obliga a agudizar el ingenio, y sobre todo a buscar nuevos mercados. Por eso gran parte de las estrategias del sector vitivinícola gallego, y particularmente de la Denominación de Origen Rías Baixas, gira en torno a la exportación y presenta nuevas fórmulas para captar canales de distribución internacional en 2013.

Después de que la vendimia de 2012 se cerrara con 17,6 millones de kilos de uva -de los cuales prácticamente 17 millones correspondieron a la variedad albariña-, ahora llega el momento de colocar el producto en el mercado -tanto el vino de este año como el del pasado-, y lo mismo sucede con las demás denominaciones de origen protegidas o zonas de producción diferenciadas existentes en toda la comunidad autónoma.

De ahí, por ejemplo, que la Consellería do Medio Rural e do Mar anunciara recientemente que amplía en más de 500.000 euros el importe de las ayudas para promoción vitivinícola en el exterior, justificando este aumento de la dotación en el directamente proporcional incremento de solicitudes presentadas, ya que cada vez parece estar más claro que para competir y sobrevivir en el sector hay que exportar.

En la consellería que dirige Rosa Quintana inciden en que las estrategias empresariales deben centrarse, inevitablemente, en la internacionalización de sus productos, y esto conlleva la necesidad de desplegar acciones promocionales en países no comunitarios.

Se trata de captar clientes en países emergentes como China o Brasil, pero también de profundizar en territorios con tanto potencial como Estados Unidos, donde la crisis que afecta a Europa no se hace notar y los vinos de Rías Baixas empiezan a encontrar un hueco.

"Conseguir introducir nuestros vinos en esos territorios debe ser objetivo prioritario, y más teniendo en cuenta que la calidad de los caldos gallegos y su singularidad favorecer esta internacionalización", aseguran en la Consellería do Medio Rural.

Quizás por ello cobran especial protagonismo acciones como la que lleva a cabo en la actualidad la Denominación de Origen Rías Baixas, que ayer desplegó una "reunión de planificación de actuaciones para fomentar las exportaciones en 2013". Fue en el pontevedrés Pazo de Mugartegui, donde con representación de 22 bodegas -de un total de 167 inscritas durante la pasada vendimia- se hizo una clara apuesta por los llamados "mercados de retorno rápido", es decir, aquellos en los que, como sucede en Estados Unidos y Reino Unido, los vinos protegidos por dicha marca de calidad ya están consolidados, o al menos tienen mucho camino andado.

Aunque, como es lógico, junto a esos destinos y otros como Méjico o Alemania, el sector también quiere prestar atención especial a los países asiáticos, a los nórdicos y a Latinoamérica.

En Rías Baixas destacan igualmente que el contexto económico nacional hace preciso apostar por los mercados internacionales.

En la jornada de trabajo celebrada ayer se habló, por ejemplo, de la posibilidad de organizar un "showroom" en Londres, aunque también de la participación de Rías Baixas en una feria internacional similar a la de Alimentaria (Barcelona), en la que dotar a cada bodega participante de un espacio propio, a modo de coexpositora.

A esto se suma la pretendida participación en seminarios y catas, misiones inversas de medios de comunicación, citas con sumilleres e importadores, presentaciones de la Denominación de Origen en diferentes países y almuerzos de maridaje con la gastronomía tradicional de diferentes regiones.

En definitiva, que se pusieron sobre la mesa diferentes líneas promocionales y/o comerciales con las que incidir a partir de ahora y ganar mercados en 2013.

Ni que decir tiene que Rías Baixas quiere estar presente en certámenes como la Wine & Spirits Fair, la Food & Hotel China, Vinexpo (Burdeos), la feria Alimentaria de Méjico o la London Wine, en este último caso con participación de numerosas marcas y destinos de Galicia y la comarca de O Salnés.

Es todos los casos se hace hincapié en la calidad que atesora Rías Baixas, donde tras la pasada vendimia ya apuntaban que "la actual coyuntura económica nacional aconseja seguir invirtiendo en la internacionalización de los vinos, cuya calidad nos permite posicionarlos entre los de más prestigio de todo el mundo".

Así lo destaca Juan Gil, presidente de un Consello Regulador da Denominación de Orixe Rías Baixas al que ahora corresponde ayudar a las bodegas a colocar toda la producción de vino existente.