la Federación Galega pola Cultura Marítima e Fluvial ha remitido a todos los partidos políticos una serie de propuestas para proteger y garantizar la supervivencia de las embarcaciones tradicionales y toda la cultura que las rodea. El documento ha sido redactado por toda la ejecutiva de la entidad, que reúne a más de 40 colectivos dedicados a la promoción de la cultura marítima, y una serie de asesores entre los que se encuentra Pablo Carrera, exdirector del Museo do Mar de Vigo. Uno de los puntos principales sobre el que gira la propuesta presentada a los grupos políticos es la necesidad de crear un inventario del patrimonio marítimo y fluvial, tanto material (embarcaciones) como inmaterial.

La propuesta es una vieja reclamación de la Federación que la considera "fundamental" para la protección y promoción del patrimonio así como para conocer con qué elementos se cuenta, donde están y cuáles son las condiciones de las mismas. A este respecto no existe ningún tipo de legislación específica en la actualidad, más allá de una normativa de tasas de Portos de Galicia que contempla "la posibilidad" de exenciones fiscales sin especificar los criterios. Parte del trabajo ya está realizado a través del Proxecto Dorna, una iniciativa en la que colaboró la Federación como asesora.

Las ayudas y exenciones son otros de los caminos que la Federación cree que es necesario mejorar. En estos momentos no existen ayudas de las administraciones públicas dedicadas específicamente al patrimonio marítimo y fluvial, no solo para la recuperación de embarcaciones sino para entidades museísticas o de formación como pueden ser el museo Casa do Pescador de Cambados o la Escola de Navegación Tradicional de A Illa. La Federación es "plenamente consciente de que la actual situación económica no es propicia para la convocatoria de estas ayudas, pero creemos que es necesario estudiar la posibilidad de establecer una línea específica para este tipo de patrimonio por el serio peligro que corre de desaparecer y por la actividad que supone para la subsistencia de las carpinterías de ribeira gallegas".

Precisamente, este último sector de las carpinterías de ribeira se convirtió en una de las preocupaciones, ya que "existe un serio problema de relevo generacional, así como la escasez de centros de formación", pero ello no quita que existan unas posibilidades notables de futuro, sobre todo pensando en que cada vez se tiene más en cuenta el uso de materiales ecológicos. Englobados en torno a Agalcari, la Federación considera la carpintería como un sector estratégico para su pervivencia. El crecimiento que ha experimentado la flota de embarcaciones tradicionales en los últimos años ha sido espectacular gracias al trabajo de los colectivos integrados en la FGCMF. En ese crecimiento destaca la aparición de los barcos de dimensiones considerables que "poseen una casuística especial". Varias de estas embarcaciones han tenido que emigrar fuera de Galicia (caso del Hidria II) ante la ausencia de recursos públicos para que pudiesen seguir dedicándose en la costa gallega al turísmo náutico o a actividades de cultura marítima.