Cuando la comunidad de montes de San Vicente de O Grove presentó su proyecto para implantar el silvipastoreo en sus montes se comprometió a habilitar dos parcelas y a mantenerlas "continuamente abiertas al público", para lo cual se instalarán los denominados "pasos canadienses" y pasos en "Y".

De lo que se trata, al introducir la posibilidad de que el público en general pueda visitar zonas en las que se desarrollen planes de silvipastoreo, es de fomentar el contacto con la naturaleza y acercar los montes a la sociedad, tanto a los grovenses como a sus visitantes.

La intención de la comunidad que preside Jesús Otero Pombo es disponer cuanto antes de los primeros animales, que como ya se informó hace semanas van a ser vacas "cachenas", si bien es cierto que el proyecto presentado por la entidad es mucho más ambicioso y también contempla la introducción de caballos.

Se hace así porque, relata Jesús Otero Pombo, el silvipastoreo va a tener "efectos positivos en el suelo, va a favorecer la conservación del monte" y va a servir de herramienta natural con la que luchar contra los incendios.

En lo referido a los efectos sobre el suelo, el presidente de los comuneros señala que "la interacción de los animales en el espacio forestal mejoran el reciclaje de nutrientes, la fijación de nitrógeno, la profundidad de las raíces, mayor acción de micro y macro fauna y el control de la erosión".

Respecto a la conservación de los montes comunales con la introducción de animales, alega que "con el uso del silvipastoreo no solo se consigue la limpieza de maleza del monte, sino que además se ejerce un control del crecimiento de la misma".

Y el tercer aspecto destacado es el referido a la lucha contra el fuego, pues "la limpieza de la maleza forestal -argumenta Pombo- es el mejor método preventivo contra los incendios".

Pero eso no es todo, pues al enumerar la ventajas del silvipastoreo en sus propiedades, los comuneros aluden a la posibilidad de recuperar actividades tradicionales, y resaltan que "al poner en práctica esta actividad también recuperamos un modo de vida que en la actualidad prácticamente es inexistente".

Paralelamente, el proyecto se presenta como un reclamo social, didáctico y turístico con el que dar respuesta a las inquietudes de una sociedad "que muestra una preocupación creciente por la conservación de la naturaleza en general, y por el paisaje en particular".

Los comuneros están convencidos de que "la sociedad exige que se usen métodos sostenibles, que sean respetuosos con el medio ambiente", y en este sentido "el silvipastoreo sustituye a los métodos de limpieza forestal convencionales, convirtiéndose en la solución natural a la limpieza y conservación forestal".

Para justificar el proyecto, Jesús Otero Pombo resalta, igualmente, que "cada día se busca con mayor frecuencia el contacto con la naturaleza en el tiempo de ocio, y la posibilidad de poder ver animales en libertad es un aliciente para que la gente disfrute del contacto con la naturaleza y aprenda a convivir en armonía con el medio ambiente".

El proyecto original de los comuneros hablaba de la introducción de siete caballos y dos vacas. En la parcela de Con da Hedra "el tipo de ganado seleccionado es el caballo, y se incorporarán tres, de los cuales dos serán introducidos de manera inmediata y el tercero durante los tres primeros meses, en función de la calidad del pasto".

En otra parcela comunal, la de Coenlleiras, "el tipo de ganado seleccionado son el caballo y la vaca; estando previsto incorporar cuatro caballos rústicos y dos vacas cachenas, de los cuales introduciremos de manera inmediata tres caballos y una vaca, para sumar a los demás durante los tres primeros meses, en función de la calidad del pasto".

El mismo informe, fechado en febrero de este mismo año, destaca que la parcela de Con da Hedra tiene una pendiente máxima del 21% y una superficie total de 3,7 hectáreas, en la cual aparece una superficie no arbolada de 1,9 hectáreas y donde se establece un cierre perimetral de 900 metros.

En Coenlleiras los comuneros hablan de 9,5 hectáreas totales de las cuales 2,9 hectáreas carecen de árboles, y donde se contempla un perímetro de 1.300 metros.

Jesús Otero Pombo confirmaba ayer que está previsto introducir los primeros animales -por ahora solo se habla de las vacas- en próximas fechas.

La Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) comunicó el pasado verano la concesión de una ayuda para financiar el proyecto denominado "Recuperación y mejora del patrimonio natural de Con da Hedra", promovido por la Comunidad de Montes Vecinales en Mano Común de San Vicente de O Grove. El presupuesto presentado y aceptado rondaba los 50.000 euros, de los cuales 5.000 se destinan a roza manual, más de 9.000 euros al cierre con malla cinegética, 8.125 euros a la instalación de un depósito de agua con paredes de hormigón armado y cerca de 13.000 euros a la construcción de un alpendre con bloques de hormigón y cubierta. También aparecen en el desglose presupuestario alrededor de 5.000 euros para una poda fitosanitaria, 1.700 como gastos de redacción del proyecto y 2.500 euros más para la instalación de un panel interpretativo en el que explicar el plan de acción comunal.