Los vinos que han ganado la medalla de oro de la Festa do Albariño desde 2008 llevan el sello de dos enólogos: Jorge Hervella y Cayetano Otero. Ambos pasan por ser de los profesionales más laureados de los últimos años, pues además de las medallas en Cambados tienen en su trayectoria varios premios internacionales de relumbrón.

Jorge Hervella fue el enólogo del vino ganador en la Festa do Albariño en cinco ocasiones. La primera en 1998, con Condes de Albarei; la segunda, en 2003, con As Laxas; la tercera, en 2008, con Señorío de Rubiós; en 2010 repitió oro con este mismo vino de As Neves; y en 2012 tocó de nuevo el cielo con el Gundián de Adega Valdés (Vedra). Cayetano Otero, por su parte, hizo primero con Lagar de Costa en 2008 y con Pazo da Bouciña en 2011.

Pero, además, ambos tienen varias platas y bronces, y el Lagar de Costa de Cayetano Otero quedó tercero en la fiesta terminada este fin de semana. Además, en sus currículos hay premios de mucho peso, como el Baco de Oro de 2004 o las medallas de oro de Burdeos y Bruselas (Cayetano Otero) o varios Acios de Ouro de la Cata dos Viños de Galicia, el Baco de Oro o el International Wine Challenge, en el caso de Jorge Hervella. Son, por lo tanto, dos importantes referencias en el sector del vino actual. Aunque ambos coinciden en que un buen vino no es tanto el resultado de la mano del enólogo como de la calidad de la uva.

"Una uva mala puede dar un vino medianamente decente, pero una uva buena también puede dar un vino malo. El enólogo es la parte principal del proceso de elaboración", manifiesta Hervella. Otero, por su parte, entiende que "la parte fundamental del proceso es la uva. Con una uva mala solo se puede hacer un vino aceptable, nunca un gran vino. En cuanto al técnico, su papel fundamental consiste en controlar el proceso de elaboración". De todos modos, entienden que la de enólogo es una función muy importante. "El mercado demanda ahora mismo un cien por cien de profesionalidad y las bodegas tienen muy claro que el enólogo es una parte fundamental del proceso", en palabras de Cayetano Otero.

En Galicia trabajan unos 60 enólogos profesionales, pero parece que no hay sitio para muchos más. "Hace 15 o 20 años era una profesión muy demandada, pero el mercado ahora está un poco saturado. El problema principal es el tamaño de las bodegas, porque para una bodega que hace 50.000 litros de vino al año es inviable tener un enólogo fijo en plantilla", cree Otero.

Hervella, por su parte, afirma que la experiencia es uno de los factores de su éxito €lleva 22 años en el candelero€ y también rompe una lanza en favor de los caldos de Ribeira do Ulla, como el Gundián con el que acaba de ganar en Cambados. "La uva de esa zona reúne todas las condiciones para hacer un buen vino y los métodos de elaboración son los mismos que en el sur".

50.000 kilómetros al año en la carretera

Jorge Hervella tiene 45 años y nació en Ribadavia (Ourense), aunque en la actualidad reside en Cambados. Estudió en la Escuela de la Vid y el Vino, en Madrid, y su despacho está en la calle Hospital de Cambados. Lleva la asesoría de unas 15 bodegas de las denominaciones de origen Rías Baixas €la mayoría€, Monterrei, Ribeiro y Ribeira Sacra, y también hace vino de mesa para una bodega de Moaña.

Cayetano Otero, por su parte, es de Cambados y tiene 44 años. Estudió en la Escuela de Enología y Viticultura de Requena (Valencia) y tiene un despacho en Dena (Meaño), que se llama Tecnología Enológica do Salnés, y que comparte con su socia, Patricia Presas Prego. Tiene a su cargo una docena de bodegas de Rías Baixas, Monterrei e incluso se ocupa del vino de una firma de Lanzarote. El de enólogo es un trabajo intenso y que obliga a viajar con asiduidad. Ambos hacen unos 50.000 kilómetros al año por carretera de bodega en bodega.