El Apóstol Santiago fue generoso un año más, y ya van 28, con los participantes en el remonte del Ulla organizado por la Fundación Xacobeo Mar de Arousa. A pesar de la amenaza de mal tiempo, el evento pudo celebrarse una vez más con normalidad.

Este año la novedad era su lugar de inicio, en el Club Náutico de Ribeira. El alcalde de la localidad, Manuel Ruíz Rivas, leyó unas breves palabras antes de embarcarse junto al resto de autoridades y pasajeros, unos 400 en total, que no quisieron perderse este espectáculo religioso y cultural.

Entre las figuras destacadas al acto cabe mencionar la presencia del director xeral de Relacións Institucionais, Gonzalo Ordóñez; la directora gerente de Turgalicia, Carmen Pita; el comandante de Marina de Vigo, Joaquín Ballester; y parte de los alcades de la ría de Arousa, al que se sumó el de Vilagarcía, Tomás Fole, a bordo de un catamarán que partió desde el municipio saliniense.

Acto simbólico

El recorrido, a pesar de su punto de partida diferencial, fue el tradicional, el mismo que siguió el Apóstol hasta Santiago. Cuenta la historiografía cristiana que la embarcación pétrea del discípulo de Cristo atracó en Padrón, donde fue atada al Pedrón, ara que ahora descansa en la iglesia parroquial de la villa coruñesa.

Hasta allí se desplazaron los participantes en el acto tras detener su ruta marítima en el muelle de Padrón y coger el autobús. El arcipreste del templo, Roberto Martínez, explicó esta tradición a los asistentes. Al terminar la visita, la comitiva tomó el camino de regreso con puntualidad británica llegando a Ribeira poco antes de las 22 horas.

Javier Sánchez–Agustino, presidente de la Fundación, aguarda potenciar en los próximos años esta ruta primigenia llevando el recorrido a tierra, en donde será más asequible para el peregrino tradicional, aunque no se descuidarán los viajes en catamarán, pensados para un turista procedente de otras regiones de España y Europa. La Fundación ha elaborado para ello una guía con un detallado informe de los los 17 cruceros que guían al peregrino en su recorrido por la costa arousana, experiencia que pronto podría mejorarse en colaboración con los concellos.