Diversos artistas del municipio disponen de obra a pie de calle en Meaño, la mayoría encargos del concello en un intento de promover en su día a aquellos más representativos. Son casi un veintena de piezas que pasan desapercibidas al visitante e incluso a los vecinos, que ignoran su autoría y verdadero valor.

El itinerario bien podría comenzar en el mirador de San Cibrán (Cobas), coronado por un emblemático cruceiro que se ha convertido ya en todo un símbolo del lugar. Tallado en piedra, atado con malla de cobre, y con peldaños que suben hasta una cruz monumental, el cruceiro evoca los gruesos troncos de madera y su concepción bebe en la más pura etnografía rural. Se trata de una obra del escultor Francisco Pazos (Cobas), sin duda el escultor meañés de referencia. Preside el mirador desde 1994 por iniciativa de la asociación de vecinos: "Me pidieron que hiciera para el lugar un cruceiro tradicional al uso –recuerda Pazos–, pero yo les convencí para hacer una pieza singular, les diseñé una maqueta, les gustó y buscaron una subvención del concello para afrontarla". Un alto de San Cibrán que alberga también sobre una de las rocas que mira a la ría de Arousa un relieve del santo creado por Miguel Padín, ayudante de taller hoy del propio Pazos.

Con más de un centenar de exposiciones a cuestas –la última recorre ahora China dentro de la muestra "China y la UE, y los guerreros de Emperador Qin"–, la obra de Pazos se ha convertido en reconocible y está presente en lugares como Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), el museo de Pontevedra, Vigo, A Coruña o Alcobendas, junto a numerosas colecciones particulares de España y del extranjero. El escultor de Cobas tiene hasta diez piezas más a pie de calle en el municipio. Así su sello inconfundible lo delata en una escultura situada justo al lado del consistorio, pieza en hierro fundido y bronce que evoca un clarinete, su particular homenaje el mundo de la música y de una banda centenaria como es la meañesa.

A poca distancia se hallan dos piezas más del genial escultor: una rústica fuente en piedra que completa desde mediados de los 90 la plazoleta de Os Agros (Meaño), y la talla de una cabeza en madera dispuesta sobre pedestal y que recibe a pie de escalera en el Pazo de Lis, sede del incipiente Museo da Muller Labrega.

Cobas alberga una quinta, una incrustación de piedra que trata de suavizar el impacto visual que causa un gran muro de granito de seis metros de altura a pie de la carretera. Aunque discreta es de las que más valora el autor: "Se trataba de integrar la pieza en el muro, que no fuera un relieve sino que formara parte del muro, que lo rompiera pero que a la vez le diera continuidad, por eso jugué con la piedra quemada con ácido en zonas".

También son suyos dos cuadros en madera pintada –una de sus últimas tendencias– que decoran las paredes de la primera planta del concello, amén de un relieve en piedra rota con el símbolo farmacéutico al uso que preside la pared de entrada de la farmacia de Dena.

Obras menores del artista de Cobas son un escudo de Meaño en piedra que presidió el balcón del concello en los 80 con Germán Rodiño de alcalde –su primera obra pública en Meaño– y que hoy se encuentra a pie de césped en la Praza da Feira al lado de la Casa de Música. Y dos metopas, una en el centro de Dena que conmemora un premio concedido al concello y donde reza "Embellecemento de travesías Conde de Guadalorce"; y otra en Padrenda que recuerda la inauguración de su Casa de Cultura.

La obra de los escultores de Dena, los hermanos Carlos y Manolo Rial, puede verse en algunos recodos de esta localidad. El último dispone de un monolito que preside el jardín delantero del centro de salud. Concebido en piedra negra de Campo Lameiro, la pieza incluye seis mariposas esculpidas y pintadas en azul y rojo –una alegoría de los dos sexos– que ascienden por la piedra. Mientras, dos piezas gemelas de Carlos a modo de leones –o gigantes caballos de ajedrez, según se mire–, reciben al cliente a la puerta de la vinoteca Vijaque. Ambos hermanos son los artífices de la fuente de pequeño parque do Alargo en Seixiños, obra que el concello les encomendó en 1995.

Guadalupe Martínez "Guada" dispone de una pieza en el parque de Coirón, junto a los colegios, la cual combina piedra y acero inoxidable.