La directiva de la agrupación de comunidades de montes del Castrove urge a la Xunta de Galicia la redacción del plan de ordenación del ganado que el director xeral de Montes prometió hace un año y cuatro meses, y que todavía no existe. Así lo acordó el consejo que dirige Claudio Quintillán tras una reunión celebrada anteayer por la noche en Curro (Barro).

Los comuneros del Castrove solicitaron hace tiempo a la Consellería do Medio Rural un plan para ordenar el ganado –fundamentalmente caballos en libertad–, pues surgieron algunos problemas entre los propietarios del monte y de fincas agrícolas particulares y los dueños de los equinos, que al parecer estaban bajando a los valles y causaban daños en los cultivos.

La Xunta de Galicia se ofreció a mediar y prometió la redacción de un plan de ordenación. Pero de eso pasaron ya dieciséis meses, y los comuneros no tienen ninguna noticia del plan. Por ello, la directiva de la Mancomunidade del Castrove incluye este punto en la orden del día de la asamblea general de la mancomunidad, que tendrá lugar el viernes, 11 de mayo, en Armenteira (Meis), a las 20.30 horas.

En la reunión de Curro de anteayer se habló también del proyecto de planta de biomasa que la empresa Montelimpo quiere instalar en San Lourenzo de Nogueira (Meis). El presidente de la Mancomunidade, Claudio Quintillán, apunta que la directiva no acudirá a la asamblea con una postura concreta, pues prefiere informar antes con detalle a todos los comuneros, y que estos también escuchen las razones de San Lourenzo para oponerse a la industria. Eso sí, Claudio Quintillán está convencido de que la planta es necesaria –con independencia de la ubicación final– para dar salida al excedente de biomasa que hay en el monte. También cree que buena parte del rechazo que hay hacia ella ahora mismo se debe a un error de Montelimpo y del ayuntamiento de Meis, pues opina que se habrían evitado muchas tensiones si los vecinos recibiesen información antes, en vez de enterarse del proyecto a través de los periódicos.

En este sentido, la mancomunidad del Castrove se ha puesto también en contacto con las de O Morrazo y Pontevedra para hablarles de la planta, puesto que el radio de influencia de la misma es de unos 30 kilómetros. Algunos miembros de ambas entidades estuvieron también en la reunión de Curro, con la intención de abordar el plan contable que tienen que llevar ahora a cabo las comunidades.

Ley de Montes

En la reunión se habló también de varias leyes que la Xunta de Galicia tiene entre manos. Así, por ejemplo, Quintillán considera innecesarios por ahora los cultivos energéticos, que Medio Rural pretende implantar para garantizar el suministro de material a las plantas de biomasa. El representante de Castrove opina que tras los incendios de 2006 quedó mucha biomasa en el monte, y que entre eso y que se debería mantener la franja de distancia de seguridad de las zonas arboladas a las viviendas en 100 metros –la Xunta quiere reducirla ahora a 50– habría suficiente madera y vegetación para las plantas, sin necesidad de recurrir a los cultivos ecológicos.

Pero en el supuesto de que salgan adelante, el Castrove también plantea que estos cultivos no superen el 10 por ciento de la superficie total del monte, mientras que la ley que maneja la Xunta habla del 30. Quintillán teme que, con esa ley, algunos propietarios, empresas o comunidades se dejen engatusar con las subvenciones y hagan plantaciones masivas de eucalipto o pino.