El furtivismo hace estragos, que nadie lo dude, pero la riqueza productiva de la ría de Arousa está fuera de toda duda, y resulta tan importante que incluso en tiempos tan difíciles como los actuales es posible marcar registros históricos. Y no solo en aguas arousanas, sino en el conjunto de Galicia, donde el primer trimestre del año ha servido para obtener algunas de las mejores cifras de la última década.

Es más, a falta de los datos definitivos, puede decirse ya que el volumen de almeja –de todos los tipos– y berberecho subastados en primera venta ascendió en Arousa a 774.240 kilos en este primer trimestre del año, lo cual supone el tercer mejor registro de la década, mientras que el total vendido en Galicia fue de 1,7 millones de kilos, es decir, el segundo mejor registro de los últimos diez años.

Muchas veces se dice, sobre todo desde el propio sector, que el furtivismo reduce las ventas, que la crisis baja los precios y que las dificultades para seguir adelante son muchas. Y puede ser cierto. Pero también lo es que los datos de ventas constatan que a lo largo de la historia siempre se produjeron altibajos y demuestran que a un año malo en ventas pueden seguirle otros realmente positivos.

E influyen todo tipo de factores, como la mayor o menor incidencia de los temporales y riadas, la intensidad de los afloramientos, la persistencia de los episodios tóxicos o la capacidad de los mariscadores para acondicionar sus bancos y explotarlos.

Si todo marcha bien pueden obtenerse resultados tan buenos como los de este ejercicio, uno de los mejores desde que existen datos estadísticos.

Desde 2003, inclusive

De manera muy resumida puede indicarse que en el primer trimestre de 2003 las lonjas gallegas vendieron 496 toneladas de almeja y berberecho, frente a las 1.132 toneladas de 2004, las 1.349 toneladas de 2005, 1.285 toneladas en 2006, las 1.150 toneladas del arranque de 2007 o las históricas 2.483 toneladas con las que se zanjó el primer trimestre de 2008.

En el arranque de 2009 las rulas de la comunidad autónoma llegaron a alcanzar las 1.469 toneladas de almeja y berberecho, descendieron a 1.280 en 2010, para subir a 1.459 toneladas el año pasado y alcanzar entre enero y marzo de 2012 las 1.713 toneladas antes citadas.

Si el mismo análisis se efectúa exclusivamente para Arousa se comprueba que las 744 toneladas de este primer trimestre también están por encima de las 635 contabilizadas en 2011 y de las 723 toneladas de almeja y berberecho que se vendieron en 2010.

Las rulas de O Salnés y Barbanza (Arousa Sur y Arousa Norte) habían comercializado casi 756 toneladas de los citados productos en 2009, 1.440 en 2008, 458 toneladas en 2007, 534 en 2006, casi 562 en 2005, 458 en 2004 y cerca de 301 toneladas de almeja y berberecho en los tres primeros meses de 2003.

Como puede verse, las cifras suben y bajan uno año tras otro, de ahí que las 744 toneladas con las que comienza este ejercicio resulten un buen registro, a pesar del furtivismo y otras amenazas.

Dos especies de vital importancia

Desde el año 1997, cuando empieza a haber registros en la Administración autonómica, se subastaron en las lonjas de Galicia 110 millones de kilos de berberecho y almeja, tanto babosa como bicuda, fina, rubia o japónica. Y los datos son elocuentes, pues demuestran que estos bivalvos se mueven siempre en parámetros semejantes, con unas ventas de entre 6 y 7 millones de kilos anuales entre 1997 y 2000, para bajar a 4 millones de kilos en 2001 y volver a situarse en la barrera de los 6 o 7 millones de kilos al año entre 2002 y 2006. Las lonjas gallegas llegaron a los 9 millones de kilos en 2007, a 10 millones en 2008 y a 8 millones en 2009, para volver a situarse en 7 millones en 2010 y en casi 8 millones de kilos en 2011. Es decir, que también estos datos indican que las ventas en lonja se mantienen.

Si se analiza la última década puede decirse que se vendieron 71 millones de kilos de almeja y berberecho por valor de 569 millones de euros en toda Galicia, de los cuales 36 millones de kilos y 307 millones de euros correspondieron a Arousa.