El Carnaval ya no es lo que era. Ni mejor ni peor, simplemente diferente. Lo saben los arousanos de más edad, que hace décadas celebraban estas fiestas de modo distinto, sobre todo en el rural. Y lo confirma Manuel Torres, secretario de la asociación cultural Os Arenkes, de Bamio, que desde hace siete años se empeña por recuperar el Enterro del Arenque que durante algún tiempo cayó en el olvido y recuperar estas fiestas.

–¿Es muy antigua la tradición de enterrar el arenque en Bamio?

–Sí, se remonta muy atrás en el tiempo. Cuando yo llegué a Bamio ya se hacía. Pero ha habido cambios en la celebración. El Entroido empezó a organizarse en torno a un bar de O Nogueirido, y en un principio se hacía en la zona de A Carballeira. Después pasó a O Espiño, y durante ocho años estuvo parado. Hace siete un grupo de vecinos comenzó a organizarse y se pusieron en contacto conmigo. Nos reunimos un grupo de amigos a los que nos gustaba el Carnaval y disfrazarnos, y empezamos a organizar el baile infantil y, de nuevo, el Enterro.

–¿Por qué un arenque?

–La intención era hacer algo para nosotros y tener una fiesta propia que nos diferenciara de otras zonas, como Carril o Vilaxoán, donde se hace el Enterro da Sardiña. Y en los últimos años estamos consiguiendo dar viveza a Bamio, y nos sorprendemos con la buena aceptación que está teniendo.

–Actualmente la celebración del Entroido recae principalmente en asociaciones o Ayuntamientos. Pero hace años era diferente...

–Sí, las cosas han cambiado mucho. Cuando yo era más joven nos juntábamos cuatro amigos, nos disfrazábamos, y se organizaba una murga que iba de casa en casa, tomando un vino en una y otro en otra. En Rubiáns, los niños siempre montábamos una fiesta a la que al final se unían otros vecinos. Eso era lo habitual, y hoy la organización de actividades se impulsa principalmente desde los colectivos.

–En el rural el Carnaval es diferente al de los entornos urbanos...

–Sí, en los sitios pequeños se vive de un modo totalmente diferente desde siempre. A día de hoy, nosotros en Bamio nos juntamos ya el sábado para comer en la Casa da Cultura, y el domingo también organizamos una laconada para socios y amigos. El Entroido es mucho más participativo y abierto que en sitios más grandes. Nosotros tratamos de recuperar el espíritu más tradicional y llevar la alegría al mayor número posible de vecinos. De hecho tenemos previsto visitar las casas de los que no pueden salir, para que disfruten del Entroido como hacían antaño.

–¿Están consiguiendo incorporar gente joven a su proyecto?

–Sí, la verdad es que la gente joven se está subiendo a este carro y está participando en la organización de actividades. Y es algo muy importante, pues somos una asociación pequeña. Sólo tenemos 22 miembros, y realmente somos seis parejas las que llevamos casi todo el peso.

–Por lo que cuenta, el Enterro do Arenque es principalmente un evento para la población local. ¿Han conseguido atraer la atención de visitantes?

–Estos días hay celebraciones similares en otros lugares, y la competencia se nota. Pero sí que ha comenzado a venir alguna gente de fuera. Y nuestro deseo es tratar de promocionar el Carnaval de Bamio al máximo, para que se sepa que estas fiestas no se celebran solo en el centro de Vilagarcía, sino también en las parroquias.

–Aunque más modesto, Bamio también tiene su desfile de Carnaval.

–Sí, estamos intentando que se involucre el mayor número de gente. Queremos que vengan con sus tractores o maquinillos y que participen en el desfile para animar la zona. Y aunque el dinero es escaso, habrá premios para los mejores.