Manuel Pesqueira Salgado nació en el seno de una humilde familia de agricultores de Lantañón (Paradela, Meis) a principios del siglo XX. Su familia no tenía relación alguna con el mundo del arte, pero Manuel –que era el quinto de seis hijos– pronto demostró inquietudes artísticas. Se cuenta que sus cuadernos y libros escolares estaban siempre llenos de dibujos, y que incluso fabricaba él mismo sus pinturas con aceites de cocinar y polvos que obtenía de lápices de colores y determinadas plantas.

Durante su infancia se empapó de los paisajes humanos del rural de O Salnés, que más tarde se convertirían en el eje central de toda su obra. En 1927 empieza a estudiar Magisterio en Pontevedra. En esa ciudad conocerá a Castelao, y se deja fascinar por el ambiente cultural y político que rodeaba a los popes del galeguismo. Tanto es así que Pesqueira empieza a colaborar con el periódico A Nosa Terra con artículos culturales y literarios, y durante la Segunda República incluso ocupa un acta de concejal en el ayuntamiento de Meis –llevaba el área de Educación– como edil del Partido Galeguista. Con el estallido de la Guerra Civil, sin embargo, cambia de bando y se enrola en la Legión.

Para algunos fue un gesto de cobardía política; para otros una opción realista que le evitó morir asesinado en cualquier cuneta a manos de los fascistas. En la guerra se produce un suceso que influirá decisivamente en la vida artística de Pesqueira. En 1938 se encontraba en Lleida (Cataluña) y un día él y sus compañeros sufren un violento asalto en su trinchera. El pintor resulta gravemente herido, hasta el extremo de que estuvieron a punto de amputarle el brazo derecho, que era con el que pintaba. Al final no fue necesario, pero le quedó inútil para el arte, de modo que en 1939 Pesqueira inicia en un hospital de Vilagarcía de Arousa un lento y titánico esfuerzo para aprender a pintar con la mano izquierda.

Algunos investigadores apuntan que "Nos labores do campo" es su primer cuadro pintado con la zurda. Data de 1940. Poco después se casa con Carmen Collazo Grela, una vecina de Lantaño (Portas) e inicia su época de trabajo más fructífera. En 1950 expone en Vigo, Santiago de Compostela y Pontevedra; en 1951 sus cuadros viajan al Centro Galego de Buenos Aires y forman parte de una exposición colectiva en la que también estaban Laxeiro y Díaz Pardo; en 1958 expone en Barcelona, y recibe el aplauso unánime de la crítica. Curiosamente, saboreó entonces el triunfo que no obtuvo en la década de los treinta, cuando estaba en Pontevedra. La obra de Pesqueira también ha estado en Madrid o París. Para entonces sus cuadros de ambientación rural, de trazos gruesos y colores fuertes, ya eran muy apreciados. El artista murió en A Caeira (Poio) en febrero de 1988, y está enterrado en Lantaño, al lado de su parroquia natal.