Los oficios artesanales, la venta de hortalizas, las aves de corral y los conejos de casa, los mandiles de cuadros grises, los zuecos y la ropa negra, en muchos casos con pañuelos del mismo color anudados a la cabeza de las mujeres. Todo ello forma parte de una estampa del pasado, propia de cualquier pueblo de Galicia claramente influenciado por la esencia del rural y las actividades de la pesca. Es una imagen que se veía en O Grove hace un siglo, y periódicamente esa imagen se repite, aunque ahora con un ambiente festivo y teatral.

Es la asociación cultural Enxebre la que se encarga de recrear y escenificar los recuerdos de muchos.

Para ello organiza cada otoño el mercadillo tradicional, con el que se reviven en la Praza de Arriba las escenas propias de aquellos puestos de venta de todo tipo de productos que constituían parte esencial de la economía local, cuando no existían el euro ni la prima de riesgo y algunos conciudadanos ni siquiera empleaban dinero, pues incluso recurrían al trueque de diferentes alimentos y productos de primera necesidad.

El domingo el suelo de esa céntrica plaza grovense va a cubrirse nuevamente de paja, y sobre ella será posible ver a vecinos ataviados con las ropas típicas de antaño. Gentes que se dedican a la elaboración artesanal y manual de diferentes artículos de metal, mimbre o madera; vendedoras de chorizos, empanadas y otras delicias del rural; niños vestidos con aquellos trajes tradicionales que hoy en día se emplean casi exclusivamente en las actuaciones de los grupos folclóricos.

Normalmente este mercadillo se celebra en fechas anteriores, un domingo más próximo a la festividad local de San Martiño. Pero esta vez la amenaza de lluvia obligó a posponer la cita, y tampoco era cuestión de organizar la fiesta coincidiendo con las elecciones generales.

Fue por todo ello que la convocatoria se retrasó hasta llegar a este domingo, cuando grovenses y visitantes están llamados a participar del evento y a disfrutar de un ambiente que va a trasladar a muchos a otras épocas ya olvidadas, pero entrañables para casi todos.