La obra del escultor meañés Francisco Pazos ha sido seleccionada para una exposición de la Unión Europea en China, muestra que, bajo el título "China y la UE, y los guerreros del Emperador Qin" se inaugura en el país asiático hoy. La exposición, que recorrerá durante dos años los mejores museos del país antes de su regreso a Europa, aúna la obra de 27 artistas de la Unión Europea, a razón de uno por país, inspiradas todas ellas en el hallazgo arqueológico de los "Guerreros de Terracota", declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987. Pazos nos acoge en su taller de Cobas. Con él nos adentramos en el interior del taller para conocer sus últimas creaciones, paseamos entre el "bosque pétreo" de su jardín y acabamos en una vivienda convertida en fascinante museo.

–-Usted ha sido seleccionado como representante de la escultura española para integrar esta exposición en China de escultores de la Unión Europea. ¿Cómo le llega el ofrecimiento?

– Fue en pasado año en que el comisario de exposiciones portugués Manuel Empis de Lucena, nombrado representante del proyecto para la Península Ibérica, se puso en contacto conmigo. Lucena conocía mi obra desde que en 2007 expuse en Lisboa. Fue allí donde conoció mis guerreros, unas piezas de grandes dimensiones concebidas en piedra. Dada la temática de esta exposición, inspirada en los Guerreros de Terracota, que se pretendía para China supongo que pensó en mí.

– Es curioso que le llegue el ofrecimiento vía Portugal ¿no?

– Fue algo circunstancial porque al principio se pensaba en incluir un único representante de la Península, pero después se optó por un escultor portugués más otro español, y yo fui la opción española.

-Supongo que el ofrecimiento fue para usted fue todo una satisfacción.

- En principio no crees, es más, cuando el comisario portugués se puso en contacto conmigo para plantearme el proyecto, la verdad, es que me mostré remiso, porque a mí todo eso no me tira. Además la empresa encargada de montar la exposición, Qu Art, ponía unas condiciones para el traslado de la obra que me parecían complejas. Por eso casi había decidido no aceptar, pero al final Manuel Empis insistió y Qu Art asumió encargarse del traslado de la pieza. Ahora, pensándolo en frío, la verdad es que la presencia de una creación mía en una exposición así y en China supone toda una satisfacción a la par que un reconocimiento.

-¿Cómo es su pieza es cuestión?

-Es un guerrero de 1,80 metros de alto y 634 kg de peso, parapetado tras su escudo y concebido en granito y acero cortén. La piedra, quemada, troceada y unida luego con grapas de cobre, ofrece un particular juego cromático y de texturas entre los distintos trozos y el acero oxidado. Pretende ser una alegoría al hallazgo arqueológico de los Guerreros de Terracota, concebida desde Galicia, por eso mi guerrero bebe en el mundo castrexo que es un poco nuestro pasado como pueblo.

- ¿Cuánto tiempo le llevo esculpirla?

- Un mes y medio más o menos.

- ¿Y cuándo partió a China?

- Hace casi dos meses. La trasladaron en un trailer desde el taller hasta Bruselas, donde estaba previsto juntar la 27 piezas de la exposición, que serían embarcadas luego rumbo a China

- ¿Viajará usted a China con motivo de la exposición?

- No, y eso que he sido invitado, con desplazamiento y estancia de cuatro días allí pagados. Pero la verdad, es que soy reacio a viajar, creo que todo lo nuevo de asusta un poco, altera mi ritmo y a mi lo que me gusta es estar concentrado en mi trabajo en el taller. Considero que vivir haciendo lo que a uno le gusta es lo mejor que puede sucederte cada día, y en ese sentido me considero un privilegiado.

- ¿Cuánto tiempo estará se mantendrá la exposición?

- Se mantendrá hasta 2013. Se inicia en el Shaanxi Art Museum y luego pasará por los otros museos del país, tras lo cual tiene previsto regresar a Europa para ser mostrada en diversos estados de la Unión Europea.

- ¿También en España?

- No, en principio en España no está prevista.

- El Pazos que conocemos solía apostar en sus piezas por líneas con curvaturas suaves inspiradas en la Galicia rural, en la propia etnografía, en el pasado castrexo y primitivo. ¿Cómo es el Pazos de ahora?

- Tal vez en los últimos años estoy teniendo una apuesta inconsciente por la línea recta y las formas más geométricas, incluso a veces incrustadas en piezas que beben en esa línea curva que refieres. Es un camino nuevo en la creación, una experimentación con los materiales, al fin y al cabo crear es estar constantemente experimentando.

- Decía que usted se sentía un privilegiado por cuanto podía vivir de su obra. ¿Le afecta la actual crisis?

- Sí, claro que me afecta. Se nota un descenso en las ventas tanto en taller como en galerías. Es algo que creo que nos afecta en mayor o menor grado a todos los artistas, salvo quizá a los muy consagrados.

- Muchos de sus clientes llegan de lejos. ¿Es más valorada su obra fuera que aquí?

- No creo, también tengo mucha obra en Galicia. Cierto que quizá a nivel de instituciones gallegas no esté presente, pero tal vez tenga que ver mi poca disposición y dedicación a este menester. Por lo de pronto tengo muy buenas piezas aquí, en el Concello de Meaño, y estoy muy bien representado en la colección de Caixanova. Sea como fuere lo cierto es que vivo más pendiente de la gente que viene por taller.

- O sea que mucha tiene obra en colecciones particulares.

- Sí, tengo clientes de casi toda España: Madrid, Barcelona, Cádiz, Cartagena… Algunos son fieles y vienen casi todos los años por el taller. Fuera tengo algo en colecciones en Estados Unidos, Suiza y, sobre todo, Portugal. En su mayoría son gente que conoció mi obra por galerías, exposiciones… la compran y luego llega un punto en que quieren conocer al artista y un poco su mundo, contactan con uno, se desplazan al taller ahí se entabla una relación directa.

- ¿Qué nuevos proyectos tiene en mente?

- Para el próximo año tengo previstas dos exposiciones individuales en una galería de arte coruñesa, otra en Madrid y una intervención en una obra arquitectónica. Será un año en el que seguro echaré de menos al gran galerista y amigo Luis Silvoso, recientemente fallecido, que siempre contaba conmigo entre un puñado de artistas de la comarca para divulgar nuestras obras en ferias de arte. En estos momentos acoge su galería, Borrón 4, en Cambados una exposición-homenaje digna de ver.