La espesa niebla que ayer cubrió la ría causó importantes problemas a los mariscadores de a flote que faenan en la campaña de libre marisqueo, y sobre todo a los que trabajan en Os Lombos do Ulla.

Desplazarse hasta la desembocadura del río no era tarea fácil a causa de la escasa visibilidad, y mucho más complejo aún resultaba esa singladura para los "rañeiros" de puertos tan alejados como Cabo de Cruz (Boiro) o A Pobra do Caramiñal, especialmente si se desplazan en planeadora, puesto que no todas están dotadas de GPS.

En cualquier caso parece que finalmente acudieron a la desembocadura del río cerca de medio millar de embarcaciones, que es el número habitual en una mañana cualquiera.

Lo que sucede es que ayer, con la niebla, costó mucho más realizar el trabajo diario, y sobre todo se hizo más lentamente.

También hay que tener en cuenta que a estas alturas del año, y a la espera de que cambie la hora, a las ocho y media de la mañana aún es "noche cerrada", y además ayer, para completar los trastornos a los que se ha visto sometida la flota, cayó un coche al mar en el puerto de Rianxo.

Llegan a los cupos

Este suceso también retrasó la actividad de muchos marineros de dicho puerto arousano, que es el que más barcos envía a diario a Os Lombos do Ulla.

El patrón mayor de la cofradía rianxeira, Baltasar Rodríguez, indicó que "a pesar de todos los contratiempos se están logrando los topes establecidos y el precio en lonja se mantiene, por lo que debemos estar satisfechos".

Por si esto fuera poco, "el producto es de buena calidad", y como prueba de ello el patrón rianxeiro indica que ayer acudieron a la lonja de dicha villa diversos miembros de Inspección Pesquera "y comprobaron que toda la almeja y el berberecho daban la talla sin ningún problema".