La evolución de las biotoxinas marinas preocupa a los productores de mejillones arousanos ya que temen mermar la comercialización de sus productos. Que la expansión de esta marea roja continúe significa que se pueden recoger menos bivalvos y por tanto las ventas pueden verse reducidas.

La llegada de esta marea roja a las rías gallegas obedece a que cada vez más se encuentra fitoplancton portador de biotoxinas en las aguas, lo que significa que llegan a las zonas de bateas y bancos marisqueros alimento del que se nutren todo tipo de especies.

Desde el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Mario de Galicia (Intecmar) situado en el municipio de Vilaxoán, (Vilagarcía) aclaran que esta situación es normal en la época. Además aclaran que esta toxina no afecta al molusco en sí, sino que provoca problemas al consumidor. De esta manera, desde este instituto quieren disminuir la alerta y clarificar que no hay porqué preocuparse. Por tanto es un proceso totalmente natural y controlado.

Prohibir la actividad en los polígonos viene a ser una acción que lo que busca es minimizar los riesgos entre la salud pública.

A día de ayer tan sólo dos polígonos mejilloneros están abiertos en la ría de Arousa.

Uno de ellos está situado en Cambados y otro en Vilagarcía. Éste último estuvo durante la tarde de ayer muestreándose por lo que los datos aún no han sido publicados, pero se espera que la actividad pueda seguir desarrollándose sin ningún tipo de problema.

Esto significa que de los 22 polígonos de mejillón que podrían estar en activo, tan sólo dos, están abiertos, es decir un 90% de ellos están cerrados.

Por otra parte de los tres cultivos de ostras que hay en la Ria de Arousa, todos se encuentran abiertos y su producto está en perfecto estado para su comercialización.

De la misma manera, si se habla de la ría de Vigo, cabe señalar que se abrió un banco más, de cinco en actividad hace un par de días y se aumentó el número a seis.

Sin tener claro si se van a producir nuevos cierres en los bancos bateeiros, sí es verdad que la situación está más tranquila en todos aquellos bancos en los que se cultivan moluscos infaunales, es decir, los que viven enterrados en el sustrato. Aun siendo así, en la Ría de Arousa están cerrados cuatro de estos bancos dejando en actividad a tan sólo tres. En la Ría de Vigo la situación es diferente ya que de las cinco zonas en las que se cultiva este tipo de molusco, sólo una de ellas está cerrada.