Cáritas Interparroquial de Arousa es una de las instituciones que más está trabajando para intentar paliar los casos de mayor necesidad que se dan en la zona que abarca la ONG con sede en Vilagarcía. Su presidente, Francisco Fernández, explica que están solicitando parroquia por parroquia ayuda para poder ofrecer productos de primera necesidad a las decenas de usuarios que atiende a diario, tanto en el albergue de San Cibrán como en el comedor social de la Praza da Independencia.

El alcalde, Tomás Fole, y la concejala de Servizos Sociais, Elena Suárez, eligieron ambos locales de Cáritas para iniciar una ronda de contactos con las ONG locales que colaboran con el Concello a través de un protocolo que tiene por fin atender conjuntamente todos los casos de emergencia social del municipio.

Fole y Suárez conocieron con Francisco Fernández, la secretaria de la organización, Yolanda Pazos y el párroco de Tremoedo y consiliario de Cáritas Arousa, Manuel Castroagudín, las instalaciones de Sobradelo, en donde se localizan el albergue, comedor y centro social, que acogen a grupos de hasta seis personas habitualmente y en las que ahora se encuentra una familia de origen magrebí con sus hijos.

La ronda de contactos continuará con las visitas en próximas fechas a las sedes de Amigos de Galicia, Cruz Roja y Club de Leones. Elena Suárez quiere conocer de primera mano su situación y comenzar a perfilar, posteriormente, la Fundación de Servizos Sociais que el PP había prometido poner en marcha durante la campaña electoral.

Necesidades básicas

El primer edil y la responsable del área de Servizos Sociais se prestaron a continuar coordinándose con Cáritas y agradecieron su apoyo, más importante si cabe, comentó Fole, en estos momentos de mayor necesidad.

Francisco Fernández recalcó que la prioridad de su institución es la adquisición de alimentos, para lo que ha movilizado a todas las parroquias de la zona que abarca la Interparroquial de Arousa (Cambados, Vilanova, A Illa, Vilagarcía y Catoira).

Productos de primera necesidad como leche, azúcar y galletas son primordiales para poder dar de comer a los usuarios de los dos centros vilagarcianos. El año pasado, la ayuda extra de todos los colegios del municipio permitió reunir 13 toneladas de alimentos. Los niños solidarios pudieron además comprobar como su colaboración se transformaba en asistencia a personas necesitadas.

Trabajo de integración

Según las cuentas del presidente de la institución benéfica, por el local de San Cibrán han pasado en el último año cerca de 70 subsaharianos, además de otros tantos usuarios locales que, casi siempre, intentan abandonar algún tipo de adicción que ha perjudicado sus vidas.

Los africanos suelen pasar tres o cuatro meses antes de irse a trabajar a la Comunidad Valenciana o Cataluña en invernaderos. Muchos de ellos salen adelante y, en opinión del cura de Tremoedo, son muy trabajadores y válidos para diversos oficios.

Más difícil es la recuperación de los usuarios locales del centro, que en muchos casos intentan abandonar el mundo de las drogas, que los ha sumido en un pesimismo y una parálisis difícil de superar, tal como explican los responsables de Cáritas que los atienden.

Algunos de ellos salen adelante con mucho esfuerzo, otros no lo logran. En estos casos pueden pasar más de un año en San Cibrán si la situación lo requiere. Allí trabajan y poco a poco empiezan a sentirse útiles y realizados.

Para esta labor es fundamental la existencia del invernadero de la parroquia de Sobradelo, un espacio amplio que cuenta con diversos cultivos de los que se encargan los propios usuarios de la organización cristiana.

Una media de 10 voluntarios, desempeñando funciones muy diversas (fontanería, cocina, jardinería), colaboran con la ONG en el proyecto de integración de San Cibrán.

Otro servicio de Cáritas es el del Comedor Sobre Ruedas, que atiende a 16 usuarios. Gracias a este programa, pueden disponer de una comida caliente y bien preparada durante los cinco días de la semana sin tener que abandonar sus domicilios.

Fernández explicó que colaboran con un peruanos que han venido trabajando durante años en Cambados en el sector del mar y se han quedado sin trabajo y con familias numerosas a su cargo. Cáritas les ayuda en el día a día, aunque los americanos viven en pisos de alquiler.

Aunque no todo es duro trabajo y esfuerzo, también hay momento para la diversión. Por eso la ONG ha creado un equipo de fútbol con subsaharianos que disfrutan del deporte rey enfrentándose a equipos aficionados de la comarca.