El verano ya no es lo que era para los hoteles de la comarca de O Salnés, que han visto reducida la temporada alta este año a la mínima expresión: los apenas 20 días que van desde el Apóstol hasta San Roque. El resto del verano, incluyendo las perspectivas para el mes de septiembre, refleja claramente el cambio de hábitos de los turistas por culpa de la crisis económica.

Tampoco ha ayudado el mal tiempo, que ha generado muchas cancelaciones en los establecimientos de la comarca. Y eso que ahora la mayoría de los veraneantes hacen sus reservas con apenas uno o dos días de margen, dato este que explica en parte las malas perspectivas del mes próximo, para el que la mayoría de hoteles consultados tienen una estimación de ocupación de apenas un 25 o 30%.

De lo que dictamine el clima dependerá mucho si el mes de septiembre supera a un mes de julio realmente pésimo. El responsable del hotel Playamar de O Grove, Jesús Otero, explica que "en ocho años de negocio este ha sido el peor mes de julio con diferencia. Hubo muy poca ocupación". En el también meco Mirador Ría de Arosa opinan muy parecido, y culpan al mal tiempo.

De todos modos el pesimismo no es generalizado. En Vilagarcía, concretamente en el Hotel Carril, Manuel Abal Padín asegura que alcanzaron un 80% de ocupación durante el inicio del verano, aunque esperan que en septiembre el número de clientes se reduzca considerablemente. También están contentos en el Parador de Cambados, que rondó el 82,6% de camas ocupadas en julio y cinco puntos más este mes. Ahora, esperan que en septiembre se alcancen cifras parecidas a las de hace doce meses, o sea, próximas al 75%.

El más pesimista con diferencia es el Gran Hotel La Toja que, dado su tamaño, considerablemente mayor que muchos otros establecimientos de O Salnés, y su oferta de cinco estrellas, fue de los más afectados por la crisis. Su responsable, Francisco Marcos, habla de un mes de julio al "34%, agosto al 41,5% y en septiembre calculamos que habrá una ocupación del 30%". De momento, las reservas ascienden al 19%. Pero lo más significativo es el descenso del mes de agosto en comparación con 2010. Si el año pasado hubo una ocupación del 55,5%, este año se redujo en 14 puntos.

El resto de establecimientos afirman haber alcanzado, en el peor de los casos, registros de un 80% de ocupación como mínimo y, en la mayoría de ocasiones, rondando el lleno, durante los primeros días de agosto. A partir del 20, el negocio se ha reducido drásticamente hasta llegar a penas al 50%.

Los gerentes consultados coinciden en afirmar que este año ha sido, en general, similar en volumen de negocio a los últimos cinco, aquellos marcados por la crisis. El director del Parador, Javier Rodríguez, apunta que "debemos adaptarnos a ella. No volveremos nunca más a la bonanza de antes. Hay que contener gastos", aclara, "pero no servicios".

En cuanto al perfil del consumidor, este no varía ni en cuanto al tipo de persona que visita la comarca ni su procedencia. Las familias con hijos que vienen a relajarse a O Salnés siguen siendo más del 70% de la clientela y Madrid golea, especialmente en O Grove, al resto de procedencias, donde también abundan los catalanes, vascos y cántabros. La excepción la aporta el Hotel Carril, en donde buena parte de los turistas proceden de Francia y Alemania y gastan más que los nacionales que, afirman en la generalidad de los hoteles, tienden a cenar de supermercado y apenas pasan dos o tres días en Galicia. Prácticamente han desaparecido tanto la pensión completa como la semana o quincena de vacaciones. Cosas de la crisis.