El cambio de fechas de la veda de la centolla no ha convencido ni al patrón mayor ni a la presidenta de las pescantinas de O Grove. Tanto Francisco Iglesias como Blanca Cao opinan que el calendario tradicional –la captura se permitía en abril y mayo y se prohibía en julio y agosto–, es mejor que el que se puso en marcha este año de modo experimental. "En agosto no se ha cogido prácticamente nada. Este mes no es de pescar centollas. Están cambiando el caparazón, y las pocas que se cogen no sirven para vender", afirma Francisco Iglesias.

La presidenta de las pescantinas, Blanca Cao, opina que "no fue una buena idea cambiar las fechas de la veda porque en esta época la centolla no está buena. Además, ahora debería estar engordando para noviembre. Veremos si el poder cogerlas en agosto no es perjudicial".

La Consellería do Mar de la Xunta de Galicia puso en marcha este año un plan experimental, consistente en cerrar la pesquería de la centolla en abril y mayo, y en abrirla a cambio en julio y agosto. La medida tenía una finalidad principal, favorecer el desove y la cría del marisco, que se produce sobre todo en primavera; y una secundaria, propiciar la existencia en los mercados en pleno verano de uno de los mariscos más apreciados por vecinos y turistas.

Pero Francisco Iglesias y Blanca Cao creen que el cambio no ha valido la pena. La pescantina asegura que "yo no noté más demanda por el turismo, y los precios han ido más o menos igual que en primavera". El patrón mayor meco, por su parte, afirma que en julio sí que se produjeron algunas buenas capturas, pero que agosto ha sido un mes completamente estéril. "La propuesta de la cofradía de O Grove sería que dejasen la veda como estaba antes. Pero si aún así la consellería quiere seguir probando este sistema debería levantar la veda en abril y cerrar en agosto".

Y es que a falta de los datos oficiales, está convencido de que el cambio de fechas va a ser económicamente negativo para los marineros. Además, indica que los precios no experimentaron el repunte que se pudo esperar por las fiestas de verano y la llegada del turismo.

La campaña de la centolla se abre tradicionalmente en Galicia en noviembre y se cierra a finales de junio del año siguiente. En este 2011, sin embargo, los técnicos propusieron un cambio para facilitar la reproducción de las hembras, que se produce fundamentalmente entre abril y mayo. Así, se prohibieron las capturas en esos dos meses y a cambio se permitió en pleno verano. Esta campaña se cierra este miércoles, 31 de agosto.