La zonificación del archipiélago de Cortegada incluida en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de las Islas Atlánticas podría alterar las condiciones de trabajo de los marineros de Carril. Eso es lo que teme el patrón mayor de la Cofradía carrilexa, Fernando Franco, que asegura que tratará de retomar las conversaciones iniciadas ya hace un año con los responsables del parque para conseguir que la protección del medio natural no interfiera con el trabajo de una buena parte de la población local.

En la lámina de mar comprendida entre la isla de Cortegada y las Malveiras suelen faenar los marineros carrilexos, especialmente los que se dedican a la captura de anguila y chopo. Garantizar que estas personas puedan continuar ralizando su trabajo como hasta ahora será el empeño de la Cofradía, que en los próximos días podría presentar alegaciones al PRUG de Islas Atlánticas.

Aunque este documento sienta las bases de los usos que en adelante estarán permitidos o prohibidos en el parque atlántico, la afectación más concreta a las artes de pesca y al marisqueo se realizará posteriormente, en el Plan Sectorial de Gestión Integral de Recursos del Parque que se elaborará en el plazo de un año a partir de la aprobación del PRUG.

Tanto las Malveiras como las Briñas y el Illote do Con han sido catalogadas como zonas de reserva, por lo que en principio en ellas no podrán realizarse más actividades que las relacionadas con la gestión o la investigación. Los territorios quedarían exentos de "cualquier tipo de actividad pesquera o marisquera", así como de la navegación de transportes de pasajeros y de embarcaciones de recreo. El acceso también estaría restringido al público.

La mayor parte del litoral de Cortegada, por su parte, ha sido catalogada como zona de uso restringido. Idéntica categoría a la establecida para la lámina de agua que rodea todas las islas del archipiélago en "una franja costera de cien metros o hasta los cinco metros de profundidad". Las artes de cerco y enmalle, así como los rastros, los trasmallos, miños, vetas y volantillas quedarán, según el primer borrador del PRUG, vetadas en esa zona. Aunque esa prohibición no se ha hecho expresa para las nasas y butrones que más habitualmente emplean los marineros de Carril, la Cofradía moverá los hilos precisos para garantizar que la aprobación del plan no traiga sorpresas.