Las denuncias vecinales registradas han llevado al Concello de O Grove a tomar la decisión de actuar "con contundencia" para evitar el ruido en la calle durante la movida nocturna. La idea es frenar lo que se consideran como botellones a las puertas de los diferentes locales, "pues la gente se dedica a beber, gritar o simplemente a divertirse sin importarle que hay otros ciudadanos que quieren dormir, y que tienen derecho al descanso".

Quien así se manifiesta es Alfredo Bea, el concejal delegado de Seguridad Ciudadana y de Medio Ambiente. Ya se reunió con un grupo de hosteleros y de propietarios de pubs, y ya les aclaró que "vamos a actuar con permisividad cero ante una situación que se ha complicado en exceso".

Los problemas parecen registrarse, sobre todo, en el entorno de las calles peatonales de Pratería y Luis Seoane, donde al parecer se han registrado los principales problemas.

"Lo que sucede es que ahora, con aquello de que hay que fumar en la calle, y también para aprovechar las altas temperaturas del verano, mucha gente sale con las copas al exterior y ya no vuelve a entrar, o tarda demasiado tiempo en hacerlo, lo cual hace que el ruido sea a veces insoportable", explica Bea.

Al tiempo que señala que algunos locales pueden llegar a perder la licencia y que pueden imponerse fuertes sanciones, el concejal aclara que "no se trata de inventar nada nuevo, sino de aplicar una ordenanza que ya existe desde el año 2008 y que hasta ahora no se aplicó".

A esto añade que "ya está bien de permisividad, pues hemos detectado que hay locales donde lejos de mejorar aún empeoran las cosas, y debemos insistir en que los vecinos tienen derecho a descansar, y el derecho al descanso está por encima del derecho al cachondeo".

También explica que el control va a empezar a aplicarse "de manera inmediata, desde este fin de semana", y puntualiza que "en el Concello no se trata de actuar contra los pubs ni tenemos nada en contra de ellos; lo que queremos es ayudarles, y eso pasa por conseguir que sus clientes respeten a los demás".

Los controles no se centrarán solo en esos locales concretos donde suele aglomerarse más gente que acaba tomando el exterior, sino también en las terrazas de no pocos bares que, en cierto modo, se han convertido en una ampliación del interior, con música y demás.

"A veces vemos imágenes de gente de fiesta en las terrazas, con guitarras, música, bailes y otros elementos que generan ruido y que no están autorizados en la calle, por eso vamos a reclamar también que se respete la normativa en lo que a terrazas se refiere, ya que en ellas no puede haber música ni ruido abusivo, pues de ser así incluso pueden perder la licencia".

Para terminar, Alfredo Bea manifiesta que "no se pueden permitir escándalos como los actuales en pleno centro urbano, y aunque nunca tuvimos problemas con los botellones que se hacen en el extrarradio o en lugares que no molestan al vecindario, tenemos que mostrarnos firmes para garantizar el bienestar de cuantos viven y duermen en el centro urbano, ya sean vecinos de O Grove o turistas".

Según se ha podido saber, residentes en el centro urbano, clientes de hoteles e incluso los propios hoteleros y restauradores, se han quejado por los "excesos" que se producen en algunos establecimientos a altas horas de la madrugada.

Sostienen que "así es imposible conciliar el sueño", y además añaden que este tipo de fiestas exteriores "suelen ir acompañadas de destrozos, y sobre todo de suciedad y una muy mala imagen para un pueblo turístico".