La empresa de Vilagarcía Ameixa de Carril empieza a eviscerar vieira de la ría de Ferrol a partir del martes de la próxima semana. La campaña de extracción de este marisco en la ría coruñesa se reanuda el lunes, una vez ha remitido la toxina amnésica (ASP).

Es una temporada que está marcada por la espectacular Operación Capacho, que significó la imputación de más de 20 personas –entre furtivos y dueños de restaurantes– por supuesta comercialización de vieira sin depurar.

Es el segundo año que Ameixa de Carril eviscerar vieira de Ferrol. La primera fue en 2010, y en aquella ocasión trataron unas 40 toneladas de producto. La intención de la firma es incrementar esa cifra durante el presente ejercicio. El 90 por ciento de su producción se destinan al mercado gallego, y los principales clientes de Ameixa de Carril son restauradores.

La empresa vilagarciana también cogió vieira de la ría de Arousa un año, pero al final decidieron no repetir debido a discrepancias con la cofradía de Cambados. En cuanto a las expectativas para el periodo de extracción que se inicia la semana próxima, Carlos Caeiro, de Ameixa de Carril, apunta que "hemos visto las muestras y están muy bien de calidad. Así que esperamos incrementar algo la venta". Los pescadores cobrarán 3,45 euros por kilo de vieira, 50 céntimos menos de lo que percibieron el invierno pasado los armadores de Cambados.

"Operación Capacho"

Carlos Caeiro asume que la presente campaña está muy marcada por la Operación Capacho, iniciada precisamente en la ría de Ferrol pero que a salpicado a negocios hosteleros de Sanxenxo o Santiago. Pero el responsable de Ameixa de Carril cree que esta investigación policial y judicial no significará el fin del furtivismo. "En mi opinión es más reprobable la actitud del negocio de hostelería que compra la vieira sin depurar", y considera que "el problema debería atajarse por el final de la cadena", en relación con los que adquieren la mercancía.

Plantea que la única vieira gallega que tiene plenas garantías sanitarias es las que se extrae durante las campañas programadas –como la de invierno en la ría de Arousa o la que ahora se inicia en Ferrol–, y que "es un producto muy afectado por las importaciones".

Y es que las empresas que comercializan la vieira gallega tienen que luchar mucho para hacerse un hueco en los mercados, a menudo copados por el bivalvo procedente de Francia, Gran Bretaña e incluso de puntos de Sudamérica, como Perú. Estos productos son más baratos, pero su calidad es inferior a la gallega.