Más de mil kilogramos de producto decomisado y devuelto al mar en apenas una semana, junto a 436 útiles o aparejos ilegales interceptados. Este es el balance que ofrece Gardacostas de Galicia tras haber estrechado el cerco contra la pesca ilegal y el furtivismo, sobre todo en las rías de Arousa y Pontevedra.

Como ya avanzó FARO a lo largo de la semana, se desplegaron importantes operaciones, por tierra, mar y aire, en puertos como A Illa, Vilanova y O Grove, por citar algunos ejemplos.

Desde el helicóptero Pesca I, con controles de carretera y vigilancia extrema en puertos y lonjas, mediante el uso de técnicas de buceo para dar con marisco ilegalmente almacenado en el agua y todo ello en colaboración con la Policía Autonómica, lo que hizo Gardacostas de Galicia fue disuadir todavía más a los que incumplen las vedas o extraen marisco de tamaño prohibido.

Que las operaciones contra la pesca ilegal se intensificaran esta semana no es casual. Tiene que ver con que el miércoles se abriera la campaña de la centolla, ya que algunos marineros aprovechan los días y semanas previos a las aperturas para capturar estas especies de alto valor comercial y almacenar grandes cantidades en jaulas o sacos dentro del agua, a veces amarrados a los barcos y otras colgados directamente de los pantalanes portuarios. De ahí que el control efectuado fuera exhaustivo y permitiera descubrir 175 útiles y 581 kilos de mariscos y peces en la ría de Arousa.

Gardacostas y Policía Autonómica actuaron en puertos isleños como el de O Xufre, donde recuperaron almeja, ostra, nécora ovada, relojito, viera y bogavante, a lo que se sumaron 162 kilos más de diferentes especies en Vilanova y en los puertos grovenses de O Corgo, San Vicente do Mar y Pedras Negras, a lo que hay que añadir también, dentro de la ría de Arousa, los operativos desplegados en Rianxo y Cabo de Cruz (Boiro), donde incluso se interceptaron trajes de neopreno y se identificó a dos personas. Además, se hicieron controles en Aguiño, Castiñeiras, A Pobra do Caramiñal y Escarabote, identificándose a otras dos personas y útiles de todo tipo, entre ellos una zódiac.

A instancias de la Consellería do Mar, en la ría de Pontevedra los efectivos de Gardacostas y Policía Autonómica actuaron tanto en Sanxenxo como en Aldán, pero también en Bueu, Beluso, Aguete e incluso la isla de Ons.