El viejo y semiderruído Cine O Marino ha adquirido un protagonismo que muy pocos esperaban en esta campaña, y la polémica desatada desde que el candidato socialista anunció su compra es como una bola de nieve que engorda por momento y que eleva las relaciones entre socialistas y conservadores a un punto crítico. El alcaldable del PSdeG-PSOE, José Antonio Cacabelos Rico, insiste en que tiene una opción de compra de 700.000 euros, y no solo la defiende, sino que reta a los demás grupos a apoyarla. Pero el candidato del PP, Miguel Pérez, señala que "Cacabelos miente descaradamente, utiliza el cine como arma electoral y juega con los intereses de los ciudadanos".

Es más, "aún en el supuesto de que todo fuera cierto, Cacabelos estaría comprometiéndose a pagar el doble de lo que cuesta ese solar, pues como él mismo reconoció hace meses, el cine está en situación de ruina y por tanto no sirve para habilitar el auditorio, sino que habría que tirarlo todo y construir uno completamente nuevo".

Por si acaso, Miguel Pérez acudió ayer al consistorio y presentó un escrito por registro de entrada. En ese documento solicita que se le entregue toda la información relacionada con la operación de compra del cine que anunció el candidato socialista en su mitin del lunes.

"A la espera de esos informes, tenemos constancia de que existen al menos dos, de la oficina municipal y de una empresa externa –aclara Pérez–, que valoran el cine en alrededor de 350.000 euros, por eso no tiene sentido que Cacabelos hable ahora de 700.000 y trate de convencernos de que es barato".

Al tiempo que cree "patético" que los socios del gobierno tripartito no fueran informados de las maniobras del líder socialista, Miguel Pérez señala que "salvo cuatro cosas que se hicieron con cargo al Plan E, y porque esa fue una inversión estatal que llegó a todos los ayuntamientos porque tenía que llegar, el desgobierno que nos tocó sufrir en O Grove no hizo absolutamente nada, y como ahora nada tienen que ofrecer a los votantes, lo que pretende Cacabelos es engañar a la población con una supuesta operación de compra que solo existe en su desnortada imaginación".

Lo que quiere decir es que "fue incapaz de hacer absolutamente nada y ahora quiere hacernos creer que va a comprar el cine en 15 días, motivo por el cual hay que insistir en que este alcalde miente hasta el aburrimiento".

Dicho esto, el candidato del PP sugiere que "ni siquiera dice la verdad cuando asegura que la compra no tiene que pasar antes por el pleno, pues si hay que incluir una partida anual en los presupuestos municipales para pagar lo que corresponda tiene que hacerse a través de la corporación en pleno".

Pero eso no es todo, pues "ni siquiera está claro que esos 700.000 euros sean para todo el cine, ya que parece que en la operación no se incluye la fachada principal, lo cual significa que no habría acceso a la calle Castelao y estaríamos comprando una ruina por el doble de su valor supuestamente para hacer un auditorio que, lógicamente no responde a las necesidades de este pueblo ni a las demandas de los colectivos".

Por si esto fuera poco, y "como se coge antes a un mentiroso que a un cojo", Miguel Pérez abunda en la guerra de cifras para asegurar que "el alcalde reconoce que pagaría 700.000 euros y que habría que gastar 350.000 euros más para reparar el tejado, pero aplicando las mismas leyes que sí se aplican al conjunto de los ciudadanos, Cacabelos debería saber que cuando el arreglo de un inmueble supera el 50% del valor de tasación se declara la ruina económica, y el Concello incluso puede ordenar la demolición de la estructura".

Estos argumentos, hay que recordar, son los mismos que utilizó el propio Cacabelos hace unos meses, cuando el cine se caía a pedazos y se hablaba de la posibilidad de compra. "Pero ahora ya no se acuerda de aquello y ya no tiene presente que se había tasado todo en 350.000 euros, y sorprendentemente se muestra dispuesto a pagar el doble a los propietarios del inmueble", que quizás debido a este principio de acuerdo con el alcalde estaban el lunes en su mitin y aplaudían sus intervenciones.

Pérez termina diciendo que "todo esto es un señuelo electoral", incide en que "será la próxima corporación la que tome las decisiones" y sentencia que "Cacabelos miente tanto que ya aburre".