La brusca y espectacular subida de temperaturas, a la que puede seguir pronto un repentino descenso del mercurio e incluso la reaparición de las lluvias, constituye una variabilidad en las condiciones meteorológicas que en nada beneficia a determinados cultivos, y mucho menos a plantaciones como las de kiwi o tomate.

En el primer caso la situación resulta especialmente delicada, por encontrarse el kiwi en proceso de brotación. Esto hace necesario "prestar atención a la aparición de síntomas de bacteriosis", como son manchas de color marrón oscuro en las hojas, el secado de los botones florales o la aparición de exudados en la madera.

Así lo explican en la Estación Fitopatolóxica do Areeiro (EFA), el centro de investigación y control de plantaciones dependiente de la Diputación de Pontevedra,

Los expertos señalan que la acción de la bacterioris del kiwi se ha visto incrementada en los últimos años, a lo que añaden que es una enfermedad que puede causar graves pérdidas y que el nivel de riesgo es elevado.

Tanto es así que se aconseja ya la adopción de medidas para prevenir la aparición de la bacteriosis o para evitar su diseminación en las plantaciones.

Sistemas de riego óptimos

Como ejemplo se cita la utilización de material de plantación sano, evitar los sistemas de riego que mojen la parte verde de las plantas, realizar análisis de suelo y foliares para prevenir posibles desequilibrios nutricionales y evitar el encharcamiento del suelo mediante un buen drenaje.

Otras "medidas culturales" por las que se inclinan los técnicos de la EFA pasan por evitar realizar heridas accidentales en el tronco, pero también por efectuar una poda y destrucción de las partes enfermas de las plantas y mantener medidas profilácticas que eviten nuevas contaminaciones cuando se maneje material infectado.

Desinfección

En este sentido, la estación de control de O Areeiro recuerda una serie de recomendaciones a tener muy en cuenta durante la poda del kiwi, como son "podar en primer lugar las plantas sanas, desinfectar entre plantas todas las herramientas de poda, aplicar mástic fungicida o sales de cobre a los cortes superiores de 2 o 3 centímetros de diámetro, emplear herramientas bien desinfectadas y quemar las plantas totalmente afectadas y los restos de poda de aquellas que presenten síntomas".

En cuanto a los tratamientos químicos aconsejables para combatir la bacteriosis en el kiwi, la EFA recomienda aplicar "oxicloruro de cobre, iniciando los tratamientos en la brotación y no descuidando la aplicación correspondiente a botón floral-floración", por tratarse éste de "un momento de máxima sensibilidad".

En lo referido a las plantaciones de tomate, en la EFA señala que con la subida de las temperaturas "en algunos invernaderos se están capturando muchos machos de tuta absoluta –es el nombre científico de una polilla– en las trampas de feromona instaladas, e incluso también se recogen adultos en trampas amarillas que se colocan con otros fines".

Los especialistas en la materia inciden en que se trata de "una plaga que puede causar graves daños en los cultivos de tomates si no se controla desde el principio", de ahí que aconseje extremar la precaución, vigilar las plantas y aplicar los productos específicos contra dicha polilla.