Después de que se instalara la estructura de la jaula para el cultivo de salmones en la ría de Muros-Noia, después de remolcarla hasta allí desde aguas arousanas, ayer se completó este proceso con la colocación de las redes. Esto supone que el artefacto flotante de la empresa North West Food está definitivamente instalado y fondeado, por lo que solo queda esperar la llegada de los peces.

Y esto va a producirse muy pronto, ya que vienen de camino desde Escocia. Como se avanzaba ayer se trata de 45.000 ejemplares alevines, de aproximadamente 300 gramos de peso, que deben permanecer en esta jaula entre 12 y 18 meses.

Ayer, según confirmaron en la empresa, no se registró problema alguno en la ría muradana, donde la oposición inicial de la flota pesquera parece ir a menos, quizás porque algunos de los patrones mayores y principales cabecillas del rechazo a esta jaula han empezado a recibir las notificaciones de denuncia e investigación por el boicot que la semana pasada impidió la colocación de esta jaula.

La tranquilidad en la zona de fondeo, que sigue vigilada –y seguirá así hasta finalizar el proceso de cultivo–, permitió, como queda dicho, la colocación de las redes. Tienen 14 metros de profundidad y 35 metros de diámetro, formando, para que se entienda mejor, una especie de gran truel sumergido en el agua en cuyo interior se depositan los peces para que engorden hasta alcanzar los 4 o 5 kilos de peso.

Hay que indicar, también, que a diferencia de lo que se hizo cuando la jaula se instaló en Arousa, en noviembre de 2008, finalmente en la de Muros no va a colocarse el "sombrero" o red superior con la que se tapaba y protegía a los alevines ante las gaviotas y otros depredadores.

Tras la experiencia obtenida en aguas arousanas –donde esa red superior se retiró al cabo de un par de semanas– la compañía salmonera considera que no es preciso adoptar esa medida.

Mientras en Muros se ponía todo a punto para recibir a los peces, en Cambados se pronunciaba nuevamente la conselleira de Mar, Rosa Quintana, para insistir en la inocuidad de este cultivo y, sobre todo, destacar que se trata de una medida experimental que sería cancelada en caso de que se produjeran daños al ecosistema que, a tenor de lo sucedido en Arousa, nadie espera.

"Ya se dijo muy claro que es una autorización experimental y que va a funcionar una comisión de seguimiento en la que pueden participar todos los que se consideren afectados, y además nosotros vamos a hacer un estrecho seguimiento, analizando los diferentes parámetros y resultados cada dos meses", aseguró la titular de Mar.

Recuerda igualmente que "en Arousa ya funcionó un convenio con el departamento de microbiología de la Universidad de Santiago y se comprobó que no hubo ningún problema". En Muros va a hacerse lo mismo, "y reitero que se trata de un proyecto experimental, y por tanto, como consta en la resolución de autorización, quedaría sin efecto en el momento en que se detectara el más mínimo problema".

Así pues, Rosa Quintana pide "tranquilidad y confianza", pues en la Xunta "queremos apostar por la acuicultura y el mar, y nunca haremos nada en contra de la gente que vive de nuestras rías, como tampoco podemos poner obstáculos al desarrollo de los planes acuícolas y al aprovechamiento de la potencialidades de Galicia".