El grave atropello sufrido anteayer por la noche por una vecina de Rubiáns cuando supuestamente cruzaba la carretera nacional que une Vilagarcía y Caldas de Reis –a la altura de los tres carriles que hay en las inmediaciones del restaurante Ciprés– ha devuelto a la actualidad una vieja petición de los vecinos de la zona, que exigen un paso elevado para garantizar la seguridad de los peatones.

En ese tramo de la N-640 los vehículos circulan a gran velocidad, y la carretera tiene un ancho de más de diez metros, lo que convierte la tarea de cruzarla en una peligrosa odisea. No hay pasos de peatones, en la vía existen curvas y cambios de rasante y además por las noches la visibilidad es prácticamente nula, porque en ese tramo apenas hay alumbrado público. Por ello, a muchos vecinos no les queda más remedio que lanzarse a la aventura cada vez que quieren cruzar el vial.

Eso es lo que, presuntamente, hacía Vanesa Pino a las 22.45 horas de anteayer sábado, cuando fue atropellada en la carretera. La mujer, una vecina de Rubiáns de 29 años, fue arrollada por un Volkswagen Golf con matrícula PO-0949-BM, que conducía M.T.C.O., un vilagarciano de unos 60 años.

Al parecer, el hombre no vio a la mujer hasta que le fue imposible evitar el impacto. Vanesa Pino quedó tendida en la carretera, en estado muy grave, hasta el extremo de que los médicos y enfermeros desplazados invirtieron media hora en reanimarla y estabilizarla antes de ordenar su evacuación en ambulancia al Hospital do Salnés.

Poco después, y debido a la severidad de sus lesiones, la arousana fue derivada al hospital Xeral Cíes de Vigo, donde estaba previsto someterla a una operación de emergencia. Fuentes del centro clínico vigués indicaron ayer que está ingresada en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y que su pronóstico es muy grave. Sufre un traumatismo craneoencefálico y diversas fracturas por todo el cuerpo.

Los residentes en Rubiáns indican que este suceso no hace más que dar la razón a los que llevan años reclamando la instalación de un paso elevado en esa zona. Y es que en las inmediaciones del lugar donde se produjo el atropello anteayer hay una parada de autobús que utilizan los residentes en una aldea próxima, y también es frecuente ver a personas que acuden al Ciprés –uno de los salones de banquetes de boda más famosos de toda la comarca– como cruzan el asfalto después de aparcar en una explanada del otro lado.

Sin embargo, no es la única petición sobre seguridad vial que la asociación de vecinos de Rubiáns, que preside Xurxo Abuín, ha realizado en más de una ocasión. El colectivo también solicita la construcción de una acera por el lado derecho de la vía –sentido Pontevedra– desde los semáforos que hay junto a Baygar hasta el cruce del Hospital do Salnés. Recuerdan también que la rotonda del Vial del Puerto está siempre sin luz.