Una solución para mejorar la economía de los ganaderos y, al mismo tiempo, frenar el cambio climático. Esto es lo que se pondrá en marcha, de forma experimental, en nueve explotaciones de Galicia de forma inmediata y hasta finales de 2012. La iniciativa pasa por aprovechar los excrementos animales para elaborar abono natural a partir del compostaje. También se pretende emplear para crear energía calórica destinada a instalaciones ganaderas. Se ensayará en la comarca del Deza.

El proyecto, denominado Ecorega, cuenta con financiación comunitaria y fue adjudicado a Galicia y Extremadura, donde en total toman parte 18 explotaciones, repartidas de forma equitativa entre ambas comunidades. Una de vacuno en Lalín y dos avícolas en Silleda serán las beneficiadas en la provincia de Pontevedra. Las otras seis gallegas (entre ellas también de porcino estarán en A Coruña y Lugo. La intención es analizar en este tipo de recintos el aprovechamiento de los residuos como abono a través del compostaje. "En esta fase de demostración, en la que también colaboran las universidades de Vigo y Santiago, se estudiará la mitigación en la emisión de dióxido de Carbono y en el consumo de abonos inorgánicos, además de la repercusión de la aplicación del compost en los cultivos", explica la directora del proyecto, Paula Conte, que estuvo ayer en Pontevedra acompañada del responsable económico de esta iniciativa, Javier López. Ambos hicieron hincapié en el alivio que supone para el ganadero que no sabe qué hacer con los residuos animales. De hecho, recordaron datos acerca de los problemas que pueden llegar a generar. López apuntó que cada animal de una explotación láctea de vacuno significa una media de 18 metros cúbicos anuales de residuos. "Ahora la única opción es llevárselos a las dos únicas empresas gallegas que se dedican al compostaje", concretó, ampliando que en la práctica esa opción pierde practicidad debido a que es el propio cliente quien tiene que pagar el transporte o directamente realizarlo.

Por ello, en estas explotaciones participantes se instalarán barreños diseñados para almacenar los excrementos y elaborar el compost que a continuación será empleado como abono. "No caduca, no huele y es un abono mucho más natural", defiende Paula Conte. A lo largo de estos dos años habrá una serie de clases teórico-prácticas para informar a todos

Asimismo, el proyecto también consta de una segunda fase. Pero ésta se aplicará únicamente en una de las dos instalaciones avícolas de Silleda que participan en Ecorega. Se trata de la puesta en marcha de un sistema de biometanización gracias al que, de nuevo a partir de las heces animales, se crea energía calorífica. Podría ser la solución para las explotaciones avícolas, que precisan de mantenerse a una determinada temperatura que obliga a una constante gasto en calefacción. Hasta ahora no se ha probado nada igual en la comunidad autónoma gallega.