Componer y grabar un tema musical no tiene por qué ser, ni mucho menos, privilegio de unos pocos. Ni es necesario disponer de instrumentos físicos ni tener acceso a un estudio de grabación. Basta con poseer ganas, creatividad, algo que contar al mundo, y un ordenador. Eso es lo que ayer tuvieron ocasión de aprender los casi veinte adolescentes que participaron en el taller "Detrás da canción", en el que el músico Marcos Payno mostró a los jóvenes vilagarcianos las bases para sacar partido a su capacidad compositiva y mostrarla al mundo.

Aunque dos horas no es demasiado cuando se trata de iniciarse en el mundo audiovisual, la experiencia consiguió despertar el interés de un buen número de jóvenes, que no quisieron perder la ocasión de beneficiarse del curso impartido en el centro sociocultural de Matosinhos.

Los chicos tuvieron ocasión de entrar en contacto con el programa Ableton Live 7, herramienta que hace posible crear ritmos, hacer mezclas y grabar canciones sin ningún medio a mayores de esta herramienta.

No poseer batería, piano o bajo no es, ni mucho menos, impedimento para crear un ritmo potente con la fuerza de todos estos instrumentos. Una biblioteca y una mesa de mezclas virtual son suficiente para intercalar sonidos, definir tiempos y ritmos y, finalmente, obtener un producto musical acabado para grabarlo o darlo a conocer a través de la red.

La concentración y el interés se palpaban en el aire en el aula informática donde se realizó la sesión. Pese a que las edades de los asistentes fueron variadas, las ganas de aprender y el gusto por la música hicieron posible una clase a la que algunos incluso asistieron acompañados por sus padres.

En un contexto en el que cada vez es más habitual que las bandas y solistas den a conocer su trabajo a través de internet y en que plataformas como Myspace, Lastfm o Spotify se incorporan con fuerza a los hábitos de escucha de los oyentes, los conocimientos informáticos cobran especial importancia. De hecho, entre el alumnado que ayer se puso frente a los teclados del aula informática de Matosinhos pudo verse a miembros de algunas de las bandas locales que utilizan los locales de ensayo del Auditorio.

Alrededor de las seis y media, los chavales recibieron la visita del alcalde en funciones y concejal de Cultura, Xosé Castro Ratón, que expresó su voluntad de fomentar actividades que sirvan de "semilla" y fomenten la consolidación de grupos musicales en Vilagarcía. "Espero poder escucharos dentro de poco en los 40 Principales", bromeó el responsable municipal. El edil valoró además muy positivamente el alto grado de asistencia conseguido en el taller, que superó las expectativas que en principio barajaban los organizadores.