El narcotraficante de Cambados José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, negó ayer tener relación alguna con los negocios de los Gerardos, dos vilagarcianos que están siendo investigados por blanqueo de dinero.

Sito Miñanco hizo esta declaración por videoconferencia. El narco cumple condena en una prisión de Andalucía, y figura también como imputado en una rama de la operación Suntuarias, contra el blanqueo de capitales.

El fiscal especial de Delitos Económicos en Pontevedra, Augusto Santaló, y la juez Celeste Ameneiro decidieron tomarle declaración por videoconferencia, para evitar las molestias y los gastos que originaría trasladarle a Galicia. Inicialmente estaba previsto llevar a cabo la actuación a finales de octubre, pero después se aplazó debido a cuestiones procesales.

La declaración se realizó finalmente ayer, en las dependencias de los juzgados de Vilagarcía. Al término de la sesión, Augusto Santaló explicó que Sito Miñanco niega estar relacionado con los negocios de los Gerardos –Gerardo Sánchez Pérez, y su hijo Gerardo Sánchez Villalba–, alegando que, de hecho, sólo conoce de vista al menor de ellos.

Tanto el fiscal de Delitos Económicos como la juez de Vilagarcía que coordina la instrucción creen que Sito Miñanco financiaba una organización que estaría encabezada por los Gerardos, y cuya finalidad sería la de blanquear dinero procedente del narcotráfico.

Los Gerardos tienen varios negocios de hostelería en Vilagarcía, que habrían utilizado como tapadera para introducir en el cauce legal el dinero negro procedente del tráfico de drogas.

En su declaración, sin embargo, José Ramón Prado Bugallo se desvincula de los hosteleros vilagarcianos y afirma no saber nada de las inversiones que estos han realizado. La Suntuarias es una gran operación contra el blanqueo de capitales, que en su día se dividió en varias ramificaciones. En una de ellas aparecen como imputados Sito Miñanco, una de sus hijas, Rosa, y los hosteleros de Vilagarcía, Gerardo Sánchez Pérez y su hijo Gerardo Sánchez Villalba. En el transcurso de la investigación, la juez ordenó la intervención de bienes y negocios por valor de cuatro millones de euros.

Duró 45 minutos

La declaración de Sito Miñanco comenzó sobre las 10.15 horas de la mañana de ayer, y se prolongó durante unos tres cuartos de hora. Según Augusto Santaló todo se desarrolló con normalidad, sin ninguna incidencia en la comunicación por videoconferencia que pudiese dificultar el interrogatorio.

Según el fiscal especial de Delitos Económicos en Pontevedra, con la declaración de ayer –la primera que se le tomaba a Prado Bugallo– está prácticamente terminada la instrucción. De todos modos, advierte de que todavía hay que "comprobar lo manifestado" ayer por el narco cambadés, y que aún quedan unos "flecos" por cerrar antes de que la juez dicte el auto de apertura de juicio oral.

Los otros tres imputados ya declararon en el juzgado y se encuentran en libertad provisional. El único que está en prisión en precisamente Sito Miñanco, si bien es por una causa anterior. José Ramón Prado Bugallo cumple condena en una prisión andaluza desde 2001. La Policía le detuvo poco antes en un chalé de Madrid. Disponía de cartas de navegación y equipos de telecomunicaciones con los que, según la tesis judicial, iba a dirigir un desembarco de 3,7 toneladas de cocaína.

Un sistema moderno

La videoconferencia es un sistema relativamente reciente que puede aportar muchos beneficios a la justicia, según el fiscal Augusto Santaló. "Ya se está usando con bastante frecuencia en los Penales de Pontevedra y creo que con el tiempo incluso será necesario instalar más pantallas", apuntaba hace un tiempo. Para el representante del Ministerio Público, la videoconferencia reporta muchas ventajas: evita los desplazamientos para muchos ciudadanos que residen fuera y que son llamados a declarar, algo que ocurre con cierta frecuencia con policías y guardias civiles; reduce los gastos, al no ser necesario movilizar tantas unidades de traslado de presos; y permite agilizar ciertos procesos judiciales.

Por ello, el fiscal entiende que se trata "de un instrumento a utilizar cada vez con más frecuencia". Además, tal y como planteó en otras ocasiones, opina que la declaración se puede tomar con total fiabilidad "porque estás viendo el rostro y escuchando a la otra persona en directo".

Los dos juzgados de O Salnés –Vilagarcía y Cambados– disponen de medios para trabajar mediante videoconferencia, y de hecho ya se han celebrado varios juicios en los que algunos testigos declararon a distancia.