La proyectada ampliación del parque eólico de Xiabre, promovida por Energía de Galicia (Engasa), está frenada y sin perspectivas de inmediata solución, según explican fuentes de la empresa radicada en Santiago.

La situación está recurrida ante los tribunales de Justicia pues desde mediados del pasado año es preciso incluir todas estas propuestas en el Registro de Preasignación implantado por el Estado con horizonte en 2013. Ello provoca importantes perjuicios tanto a la empresa como a las comunidades de montes que cobran un importante canon, de unos 3.000 euros anuales por aerogenerador.

En el monte Xiabre, la empresa tenía prevista la instalación de otros seis molinos, que generan 18 megavatios cada uno de ellos. Son seis generadores de la misma altura que los dieciséis existentes en la actualidad y que en estos momentos producen una energía suficiente para 21.000 familias, es decir una población como la de Vilagarcía de Arousa y Caldas de Reis juntas.

Cabe recordar que Engasa ha instalado en el monte de Xiabre un total de once generadores en el año 2007 y otros cinco en la segunda fase que se implantó al año siguiente, sin contar con los dos de Catoira, administrados casi a partes iguales por la empresa y el ayuntamiento del Ulla.

El portavoz de Engasa, Benito Fernández señala que la energía obtenida es de 87 millones de kilovatios por hora, si bien la que producen no es constante sino alterna y depende siempre de la velocidad del viento.

Los aerogeneradores de Xiabre son unas instalaciones gigantescas de 30 metros de altura y tres palas o aspas, con una muy buena eficiencia energéticas, según se pone de manifiesto en numerosos estudios.

Cuando se instalaron en Xiabre todavía existía una apuesta por este tipo de energías alternativas, sobre todo por no ser contaminantes.

Pero esa euforia duró pocos años. En 2009, la Jefatura del Estado dictó un Decreto que aprueba medidas de control importantes en el sector energético que han afectado directamente a Engasa en relación con el parque eólico de Xiabre.

El error quizás pueda buscarse en el hecho de que Engasa decidió instalar los molinos en tres fases pues, como queda dicho, once son de 2007 y cinco de 2008. Ahora quedaban otros seis por colocar, pero hay excedente de energía eléctrica y un déficit tarifario que es creciente, según se justifica en el Decreto.

La intención se explica es que el 1 de enero de 2013 "los peajes de acceso sean suficientes para satisfacer la totalidad de los costes de las actividades reguladas" por lo que "se establece el período transitorio hasta dicha fecha, limitando el déficit de ingresos en las liquidaciones de las actividades reguladas del sector eléctrico".

Ello afecta sobre todo a las empresas que producen energías alternativas, es decir desde las eólicas a las fotovoltaicas a las que se limita la producción de energía y por tanto cualquier ampliación de sus instalaciones, lo que va en claro detrimento de su actividad, como se expone en Engasa.

De ahí que las empresas hayan optado por recurrir el Decreto ante el Tribunal Supremo, en la sala de lo Contencioso Administrativa, de modo que puedan llevar a cabo sus planes de expansión, en el caso de Xiabre, con la instalación de los seis últimos aerogeneradores previstos para ultimar este parque.

Uno de los aspectos contra los que se alega es la preferencia de las empresas que producen muy poca energía en detrimento de los más eficientes, casos que se pueden observar en Almería en relación con el que se ha ejecutado en los montes vilagarcianos.