El Concello de Vilagarcía se ha posicionado en contra del proyecto de área comercial que Vilanova impulsa en San Miguel de Deiro. PSdeG-PSOE, BNG y EU mostraron su apoyo a la solicitud del presidente del Consorcio de Comercio do Salnés, Marcos González, que ayer compareció ante el pleno municipal vilagarciano para explicar los perjuicios que, a su entender, este proyecto supondrá para distintos sectores socioeconómicos de toda la comarca, pues considera que la ubicación planeada, fuera del casco urbano vilanovés, confiere a esta iniciativa una incidencia supramunicipal. Tanto el grupo municipal del PP como IVIL se abstuvieron de la votación por entender que el posicionamiento del Ayuntamiento de Vilagarcía ante un asunto que excede de sus competencias carece totalmente de validez legal.

El portavoz popular, Tomás Fole, aseguró que el apoyo a esta petición no es más que "un acto de cara a la galería" pues, en su opinión, "dígase lo que se diga al pequeño comercio no le va a valer de nada porque no tenemos competencias para influir en temas de Vilanova". El conservador aseguró que la corporación actúa de manera "irresponsable" con esta iniciativa, pues cree que la actuación municipal para favorecer al pequeño comercio debería haberse valido de herramientas como el PXOUM para establecer medidas efectivas en esa dirección.

En la misma línea se pronunció José Luis Rivera Mallo, que afirma que esta iniciativa "no es más que una declaración de intenciones, papel mojado", pues el consistorio carece de capacidad para "incidir en la gestión de otras administraciones". Rivera Mallo reiteró el apoyo de su grupo a cualquier iniciativa que suponga la creación de puestos de trabajo para la comarca, pero incidió en que el acuerdo acerca del centro comercial de San Miguel "no tiene valor político".

Tanto la portavoz nacionalista, Rosa Abuín, como la alcaldesa, Dolores García, expresaron su incomprensión ante la falta de claridad en los posicionamientos de las formaciones conservadoras. Abuín, que aseguró que el proyecto de Vilanova es un "pelotazo urbanístico" que sólo "busca incrementar los intereses de la promotora" responsable del mismo, afirmó que la postura del portavoz popular es "un insulto a los comerciantes".

Por su parte, García resaltó la importancia de "posicionarse políticamente apoyando a personas que lo piden" pues "aún que no tengamos competencias específicas se trata de cuestiones que afectan a nuestros vecinos y a nuestro territorio". La alcaldesa afirmó que el Gobierno municipal "puede estar equivocado, pero gobierna", y expresó su confianza en que la resolución del pleno de Vilagarcía sirva "de llamada de atención al Concello de Vilanova".

El portavoz de Esquerda Unida, Juan Fajardo, aprovechó su intervención para instar a los grupos de la corporación a oponerse de manera generalizada a la implantación de grandes áreas comerciales en la comarca de O Salnés. Fajardo apeló a la coherencia política para evitar que puedan darse otros casos en los que se permita la recalificación urbanística de terrenos rurales para favorecer a los intereses de grandes empresas, y recordó que "lo mismo que ahora denunciamos lo permiten en otros ayuntamientos". En ese sentido, el esquerdista nombró la urbanización de A Tomada, la superficie comercial de Rubiáns o el aeródromo de Caldas, e instó al Concello a estar alerta ante la posible ubicación de un área comercial en alguno de los terrenos del área portuaria vilagarciana. "Espero la misma unanimidad a un proyecto que sería igualmente contraproducente e injusto para el pequeño comercio", afirmó Fajardo, que pidió "contundencia" para "que lo que pedimos a otros Concellos no lo permitamos en el nuestro".