Muchos de los caballos que se crían en libertad en el Monte Xiabre, perteneciente a los municipios de Vilagarcía, Caldas de Reis y Catoira, lo hacen con "cepos" o "trancas" en sus patas. Se trata de grandes trozos de madera que los ganaderos colocan en una de las extremidades del equino para limitar sus movimientos y controlarlo con más facilidad.

Como se denunció tantas veces, es una práctica que muchos consideran maltrato animal, pues los caballos se encuentran con enormes dificultades para desplazarse por el escarpado terreno montañoso.

Pero esas críticas arrecian de nuevo, tras comprobarse en la última semana que no sólo hay caballos que siguen padeciendo esta práctica, sino que incluso parece haberse intensificado.

Así lo explican vecinos de Vilagarcía y algunos turistas que en los últimos días se desplazaron a la cima de Monte Xiabre para disfrutar de la fabulosas vistas que ofrece. Fue así como se toparon con varios caballos provistos de "cepos", y no dudaron en telefonear a FARO para denunciar públicamente esta situación.

Los denunciantes explican además que el empleo de las "trancas" no sólo reduce la capacidad de movimiento de los caballos, sino que puede provocarles importantes fracturas.

Y además advierten de que en verano, cuando las altas temperaturas hacen que aumente el riesgo de fuegos, "estos caballos están todavía más desprotegidos, pues si se produce un incendio forestal tienen menor capacidad para huir de las llamas".

Hay incluso quien recuerda que esta fue la causa por la que murieron calcinados muchos caballos en la oleada de fuegos registrada en el estío de 2006.

En los últimos años aumentó considerablemente el número de denuncias por la utilización de "cepos" presentadas en el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que persigue esta práctica no sólo en Xiabre, sino también en otros muchos montes gallegos.