Los arousanos y los visitantes en general pueden surcar las mismas aguas por las que, según cuenta la tradición, un día fueron trasladados en una barca de piedra los restos del Apóstol Santiago. En su navegar desde el puerto deportivo de San Vicente do Mar, en O Grove, hacia la villa de Padrón, los participantes se convierten en peregrinos marítimos que al llegar a la villa padronesa –en su defecto a Pontecesures– pueden continuar a pie el conocido Camiño Portugués.

Eso es lo que representa la ruta "Traslatio", una propuesta estrenada ayer por la Orden do Camiño de Santiago que sirve también para hacer turismo y, sobre todo, para disfrutar de unas formidables vistas y de espacios naturales de primer nivel.

La ría de Arousa, la costas de los municipios de O Salnés y Barbanza, islas como Sálvora y Cortegada o toda la belleza que encierra el río Ulla, con sus marismas, sus cruces de piedra y monumentos como las Torres do Oeste, son sólo algunos de los alicientes que se encuentra el peregrino marítimo, y que ayer pudieron disfrutar los participantes en la primera "Traslatio".

Los representantes de la Orden, que tiene en la comarca, y especialmente en O Grove, a dos cabezas visibles indiscutibles, como son el empresario de hostelería Rafael Mourelos y a Víctor Otero Prol, también empresario y a la vez jefe de Protección Civil, acudieron a las diez de la mañana a las instalaciones del Club Náutico San Vicente do Mar.

Allí firmaron el oportuno convenio de colaboración, antes de desplazarse a la zona portuaria de O Corgo para, a bordo del catamarán Fly Delfín, comenzar esta ruta jacobea que mezcla sentimientos religiosos, aspectos culturales y no pocos elementos históricos y patrimoniales.

Sánchez Agustino

Los participantes, como estaba previsto, rindieron homenaje póstumo a José Luis Sánchez Agustino, el que en 1963 impulsara la popular Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla, que se celebra una vez al año también con un remonte de la ría y el río.

Aquella Ruta Xacobea es el embrión de la Traslatio, con la salvedad de que esta última propuesta nace con la pretensión de convertirse en un elemento de promoción de los municipios participantes y en un Camiño Xacobeo añadido que pueda efectuarse en cualquier momento del año.

La singladura de ayer finalizó con un acto protocolario desplegado en el puerto fluvial de Padrón, justo frente a la villa de Pontecesures, que con el paso del tiempo se convirtió en el indiscutible lugar de desembarco y parada para todos aquellos que realizan las peregrinaciones marítimas por el Ulla.