El patrón mayor de A Illa, Benigno Chaves, y parte del equipo que le apoyaba en el cabildo decidieron ayer tarde presentar la dimisión con el objetivo de forzar a la Consellería de Mar a convocar elecciones. El patrón y su equipo, entre los que se encuentran Francisco Otero Blanco y Carlos Javier Otero, responsables de la OPP-20, llevaban varias semanas reclamando a Mar que autorizase la celebración de elecciones, al haber agotado los cuatro años de mandato y mascando un posible abandono del cargo si la Consellería no respondía a sus peticiones.

Sin embargo, los cambios que barajan en la Consellería en lo que respecta al funcionamiento de las Cofradías, los cuales podían motivar que el período electoral tuviese que aplazarse un año más, han propiciado que tanto el patrón como, al menos, cuatro o cinco de sus directivos, hayan decidido abandonar sus cargos.

También ha influido en la decisión final, la división interna, escenificada en una reciente asamblea de marineros, en la que se cuestionaron algunos apartados económicos, como son las dietas de los integrantes del cabildo, algo que no sentó nada bien al patrón y al círculo que le rodeaba en el cabildo.

Firmas

De hecho, los críticos entregaron ayer en el registro de la Cofradía una serie de firmas en la que se solicita una reunión con la directiva de la Organización de Productores (OPP-20), entidad estrechamente vinculada con el pósito y que comparte parte de los órganos de dirección. El escrito que acompañaba a las firmas exigía explicaciones referentes al apartado económico.

El propio patrón mayor lamentaba ayer la actitud de este grupo de críticos, asegurando que "las cuentas están muy claras y pueden comprobarlo cuando quieran; aquel que espere encontrarse un agujero galáctico creo que está muy equivocado".

Chaves, cuyo mandato ya supera en varios meses los cuatro años reconocía ayer que "no estamos dispuestos a continuar de esta forma, viendo como se nos difama, por eso decidimos abandonar y dejarle paso a aquellos que tanto nos critican para que se presenten a las elecciones".

El todavía patrón mayor prefiere quedarse con los cuatro años de trabajo, de los que realiza una gran valoración, donde se peleó por una mejor Lei de Pesca, se logró acometer una importante remodelación del pósito y se consiguió reducir el gasto con el cierre del criadero de Punta Quilma, que estaba siendo una de las losas económicas de la entidad.

La dimisión también significa que Chaves no va a concurrir a las próximas elecciones del pósito.

La dimisión de Chaves y de parte de su equipo directivo deja un importante vacío de poder en la cofradía.

Dependiendo del número de abandonos que se registren en la junta general y el cabildo pueden obligar a nombrar una gestora (si las dimisiones son la mitad mas uno de sus integrantes) o a realizar elecciones parciales para cubrir las vacantes.

En el cabildo todavía permanecen las once mariscadoras, colectivo que permitió a Chaves lograr el puesto de patrón mayor a finales de 2005 al estar enfrentadas con Otero Blanco, que mantuvo su puesto como directivo de la OPP-20, entidad que maneja los aspectos económicos mientras la Cofradía gestiona las zonas de explotación marisquera.