Maribel Iglesias Baldonedo es hija de un matrimonio de Lalín que emigró a Venezuela a mediados del siglo pasado. Nacida en Caracas hace 45 años, en la actualidad es profesora de Historia en el instituto de Cambados Francisco Asorey. Es autora de una completa fotobiografía del poeta Ramón Cabanillas, editada por Candea. En la actualidad está trabajando en una investigación sobre el escultor de Cambados Francisco Asorey, pues el 2 de julio de 2011 se cumplen 50 años de su fallecimiento. En el transcurso de su trabajo tuvo conocimiento de un busto que el artista cambadés hizo en honor de José Calvo Sotelo, un destacado político anterior a la Guerra Civil de 1936, y que se conserva en los jardines del Doctor Flemming, en Vilagarcía de Arousa. Maribel Iglesias Baldonedo solicitó al Concello que restaurase la imagen -deteriorada por las pintadas y el abandono- o que valorase la posibilidad de cedérsela al instituto cambadés.

- ¿Puede contarnos en qué consiste su investigación?

- Básicamente empezó como una especie de catalogación de las obras de Asorey. Quería localizar sus principales obras, y ver en que estado se encuentran. Pero como me gustó, ahora estoy intentando hacer un trabajo de investigación en mayor profundidad, con la idea futura de intentar publicarlo.

- ¿Cuál es el papel de Asorey en la historia de la escultura gallega?

- A mí me parece que es el mejor escultor gallego de todos los tiempos. Es cierto que también tenemos ahí al Mestre Mateo, pero parece ser que él era francés. De modo que, no siendo gallego el Mestre Mateo, puedo decir sin lugar a dudas que Asorey ha sido el mejor.

- ¿En qué lugares de O Salnés o Ullán hay obra suya?

- En Cambados tenemos el monumento a Cabanillas en el Paseo da Calzada, porque la efigie de bronce es de él. Y en el pazo de Fefiñáns guardan un busto de bronce que le hizo a Miguel Gil Armada. En Vilagarcía tenemos el busto de Calvo Sotelo, y también se habla de que le hizo uno a un tal Carnero González, y que supuestamente está en Rubiáns. En A Toxa hay un busto del Marqués de Riestra, que fue quien construyó el primer hotel-balneario de la isla, y en la fachada de la casa consistorial de Catoira hay una placa en honor a José María Piay.

- Y en las proximidades de O Salnés, ¿dónde podemos encontrar obras de Asorey?

- En Rianxo tenemos la famosa Virgen de Guadalupe, que estaba al lado de la playa de Tanxil. En A Estrada también hay algo, y en Cuntis hay un Sagrado Corazón que está en el parque de Maráns y una Virgen del Carmen de madera en la iglesia. En Pontevedra tiene un monumento al violinista Manolo Quiroga, que está enfrente de la facultad de Bellas Artes, y delante del Hospital Provincial hay un monumento a Cabanelas.

- Fuera de Galicia también hay mucho de él, ¿no es así?

- Asorey ya era una persona con mucha fama en vida. Por eso hay esculturas suyas en las principales ciudades de Galicia, y también en Madrid, en Barcelona, en Guernika, en Barakaldo, en Buenos Aires, Montevideo, Caracas...

- ¿Cree que es viable la posibilidad de que el Concello de Vilagarcía le ceda al instituto de Cambados el busto de José Calvo Sotelo?

- Viable yo creo que sí lo es. Pero no creo que lo hagan, y que se desprendan de algo con ese valor histórico y artístico.

- ¿Le gustaría que en 2001 se organizase en Cambados un año de homenajes como el de 2009 en honor a Cabanillas?

- Sí que me gustaría que se hiciese algo. En el Ano Cabanillas se organizaron muchísimos actos. A lo mejor en 2011 sería mejor no organizar tantos, y centrarse en cosas que tuviesen mucha repercusión. A mí me gustaría que se hiciese una exposición sobre Asorey, porque la última la organizó Adela Leiro hace 25 años. Aquella fue la mejor exposición sobre Asorey que se hizo nunca porque consiguió piezas que hoy sería imposible traer aquí. Pero aunque no fuese tan buena como ésa, una exposición sería muy buena.

- Usted admite que la escultura de Calvo Sotelo es “incómoda” por las connotaciones históricas del político. Pero también dice que la historia no se puede ocultar. ¿Puede producirse el contrasentido de que la retirada de los símbolos franquistas que plantea la Ley de Memoria Histórica vaya, precisamente, en contra de la historia?

- El problema aquí es que el conflicto todavía está vivo. No pasaría nada si estuviésemos hablando de una escultura de la época romana o de la Edad Media. Pero la Guerra Civil es algo que todavía está enquistado dentro de nosotros, y hay gente que sufrió mucho por ella. Como profesora de Historia yo creo que no es malo que esas imágenes estén ahí. A mí me sirven para enseñar Historia. Pero también reconozco que si fuese alcaldesa y una persona que sufrió el franquismo o que le mataron a un familiar viniese junto a mí y me pidiese que retirase una de esas imágenes, lo haría. A mí no me ofende que la imagen de Calvo Sotelo esté donde está, pero yo no sufrí la represión del franquismo. A lo mejor habría que buscar un término medio, y situar esas imágenes en los museos, donde las viese la gente que desease hacerlo. Las imágenes del franquismo forman parte de nuestra historia, y no se pueden perder. Son obras que representan los valores de una época, y tienen que estar en algún lugar para que las generaciones del futuro las puedan conocer y estudiar.