Las vendedoras de la plaza de abastos de O Grove se sienten discriminadas y muestran su enfado con el gobierno cuatripartito de la localidad, especialmente con el PSdeG-PSOE. Y todo debido al proyecto de la Diputación para construir una "pousada" en el centro vacacional de A Lanzada, pues se trata de una actuación que el ejecutivo local rechaza frontalmente.

Lo que ocurre es que el cuatripartito, liderado por el alcalde socialista José Antonio Cacabelos Rico, dice que no puede apoyar una "pousada" si de lo que se trata es de invertir dinero público para consolidar unas instalaciones que después va a gestionar una empresa privada, y también dicen desde el gobierno que lo que plantea la Diputación va a generar una "competencia desleal" para el conjunto de los hosteleros mecos.

Lo que ocurre, y eso es lo que recuerdan ahora las pescantinas, es que este planteamiento es completamente diferente al que mantuvieron el cuatripartito y su alcalde cuando se instaló una pescadería en el edificio de la lonja, pues en aquel caso también se invirtió dinero público para habilitar unas instalaciones que, como denunciaron reiteradamente las pescantinas, suponían una competencia desleal para sus negocios.

Lo que quieren decir es que se actúa con diferentes varas de medir, pues ahora el ejecutivo cree que la "pousada" es "competencia desleal" cuando hace un par de años tanto el alcalde como la ex conselleira de Pesca consideraban la apertura de la pescadería de la lonja como "un revulsivo", aunque para ello se invirtiera dinero público.

Carmen González, una de las vendedoras molestas, esgrime que "quizás este cambio de postura se deba a que los promotores de la posada son rivales políticos del gobierno local, mientras que los que defendieron la pescadería eran amiguetes, o quizás sea que los votos de las peixeiras no tienen el mismo peso que los votos de los hosteleros".