El Concello de A Illa de Arousa está trabajando con sus asesores técnicos en la determinación de las áreas de expansión urbanística con el fin de incluirlas en el Plan de Ordenación do Litoral, un documento que se muestra muy restrictivo con el pequeño municipio, afecta al 100% de su territorio, pero que todavía se encuentra en fase de sugerencias.

A Illa confiaba en que el documento presentado por la Xunta a finales del pasado mes de enero contemplaría su situación especial y singular. Sin embargo, no fue así, lo que ha motivado que todos los grupos políticos y sociales del municipio mostrasen su rechazo a esta nueva norma y reclamasen modificaciones. “En estos momentos estamos manteniendo reuniones con los técnicos para ultimar cuales pueden ser las áreas de expansión para el casco urbano, aunque el documento remitido por la Xunta es muy poco clarificador, por lo que vamos a tener que sugerir muchas cosas”, asegura el regidor de A Illa, el socialista José Manuel Vázquez Vázquez.

La propia Xunta, en una reunión mantenida con el regidor isleño la pasada semana, reconoció errores en la redacción del documento para A Illa, entre ellos, precisamente, el de no contemplar ninguna área de expansión urbanística. Pero ese no fue el único, ya que el documento diseñado por el departamento de Medio Ambiente también cataloga como suelo de protección medioambiental y paisajística varias áreas de reparto, que además de encontrarse en el mismo casco urbano, se encuentran en plena fase de desarrollo urbanístico.

Vázquez ha sido una de las voces más críticas con el POL, llegando a afirmar tras la reunión con la Xunta que “el documento no se sostiene por ningún lado y muy pocas cosas hemos podido sacar en limpio”.

Singular

Lo que si tienen claro en el pequeño municipio es que la singularidad, ese tratamiento especial que reconozca las condiciones únicas que posee A Illa, es difícil que se incluya en este documento pese a que llevan años reclamándola sin éxito. Incluso Vázquez llegó a a afirmar tras la reunión en Santiago que “si no se contempla en este documento es imposible que Urbanismo pueda dictaminar a favor de la misma”

La singularidad sólo pide que se tengan en cuenta los condicionantes urbanísticos que ofrece la geografía de A Illa, tratando de compaginar su crecimiento con la protección que debe tener la costa y sus espacios naturales. Esta era una de las cuestiones que reclamaban los colectivos sociales y políticos cuando la Dirección Xeral de Sostenibilidade realizó la encuesta en la que se basaría el Plan de Ordenación do Litoral.

A Illa no es el único Concello que tiene motivos para preocuparse con las señales que lanza el POL. Vilagarcía sufre un duro varapalo en todas sus áreas sin urbanizar, mientras O Grove ve como varios entornos cuyo desarrollo urbanístico es anterior a la Ley de Costas, quedan bajo el manto de la protección paisajística, afectando a un buen número de viviendas.

En Vilanova, la situación en la que se encuentra As Sinas no mejora en absoluto, mientras se incluye como principal novedad un corredor ecológico para el río Currás que afecta a una de las zonas más pobladas del municipio. En Cambados, los grupos de la oposición han cargado duramente contra el diseño del POL al considerar que coarta el crecimiento urbanístico de la villa del albariño.