Un mes después del paso del temporal "Flora", el sector bateeiro de A Illa continúa haciendo recuento de los daños con el fin de presentar una valoración adecuada ante la Consellería de Mar para que se habiliten ayudas para los bateeiros que resultaron más afectados. En principio, las tres agrupaciones han cifrado en una media de 12.000 euros por batea los efectos del ciclón de viento que azotó la ría de Arousa aquella madrugada del 14 de enero en las cosechas de mejillón, pero todavía se encuentran pendientes de concretar los daños que sufrieron embarcaciones y parques de cultivo flotantes, con lo que la cifra se va a incrementar considerablemente.

La presidenta de la agrupación Ruamar, Angélica Vázquez, reconocía ayer que "la media es de 12.000 euros sólo en mejillón, ya que el viento el temporal se llevó parte de la cosecha actual, del desdoble y de la cría". Lo que más preocupa a la responsable de la entidad es precisamente el mejillón de desdoble "ya que se trata de la futura cosecha que había que comercializar y eso nos va a causar un grave perjuicio económico". Aunque el viento no se cebó en exceso con las 35 bateas que forman parte de la asociación ni con los barcos, Vázquez apunta que "prácticamente todas los parques de cultivo han sufrido algún daño además de perder parte del mejillón, daños como bombos que se movieron, puntones rotos o cuerdas que se fueron al fondo", pero esto todavía está por calcular.

La agrupación de mejilloneros que cuenta con un mayor número de afectados es Illa de Arousa, cuyo presidente, Benito Rial Oubiña "Baraca", no se atrevía a dar una cifra sobre los daños que se han registrado en las 186 bateas que la componen. "Estamos pendientes de algunos flecos, pero sólo los daños sufridos por el barco "Carallada" pueden suponer más de 100.000 euros", indica Baraca, cifra que se dispararía si se suman los daños sufridos por el "Manchado" (el viento le arrancó la proa de cuajo) y los daños provocados en las bateas "son muy cuantiosos y todavía se están valorando".

Ante el peligro de que la situación pueda volver a repetirse, la agrupación está estudiando asegurar todos sus barcos contra este tipo de fenómenos, aunque lo importante para "Baraca" es "que nos hagan cuanto antes el muelle e instalen una serie de contradiques de abrigo que protejan los barcos de los vientos que vienen desde A Pobra, como fue este".

Si Illa fue afectada, la Asociación de Mexilloeiros AMI-San Esteban también sufrió lo suyo. No en vano, dos de los barcos que acabaron varados en la playa de O Lagartiño junto al "Carallada", pertenecían a esa agrupación que aúna a 120 bateas. Manolo Castro, presidente de la entidad, reconocía ayer que "sólo el catamarán "O Estío" puede tener daños superiores a 40.000 euros, y el "Júpiter" también tiene daños importantes". En bateas, Castro calcula que son cinco o seis bateas "las que tienen daños estructurales muy graves y de difícil solución, lo que podría obligar a cambiarlas, es decir, entre 40 o 50.000 euros más para sus propietarios".

El presidente de AMI lamenta que no se hayan vuelto a celebrar reuniones con el Concello, Cofradía y el resto de entidades mejilloneras, "quedáramos en mantener varias reuniones después de la primera para perfilar nuestras valoraciones, pero no se ha vuelto a saber nada del Concello ni de la Cofradía, por lo que me temo que cada uno vamos a tener que hacerlo por nuestra cuenta".