Trabajadores de la empresa Granitos Triturados, ubicada en el término municipal de Meis, manifestaron ayer su temor ante el posible cierre de la firma si la comunidad de montes de San Lorenzo no autoriza la venta de una parcela que posibilitaría el obligado traslado de la firma.

Los delegados de personal vinculados al sindicato CIG explicaron ayer que el cambio en el proyecto del macronudo de Curro incluido en el trazado de la futura autovía Vilagarcía-Pontevedra se ejecuta en buena parte de la superficie que ocupa actualmente Granitos Triturados.

Ante la situación, tanto los trabajadores como el propio empresario iniciaron la búsqueda de una parcela cercana que posibilite, con el menor coste posible, la continuidad de la actividad y, por lo tanto, conserve los 20 puestos de trabajo directos que genera la cantera.

El responsable de la CIG en la comarca, Xoán Xosé Bouzas, manifestaba ayer que la parcela idónea es una propiedad de la comunidad de montes de San Lorenzo que cuenta con una superficie de 30.000 metros cuadrados y que se sitúa a unos escasos 300 metros de la empresa actual.

Los trabajadores señalan que, a día de hoy, también se han adquirido compromisos verbales por parte del Concello de Meis y de la Xunta de Galicia para que, en caso de conseguir la citada parcela, poder agilizar los trámites administrativos necesarios para poner en marcha la empresa en la nueva ubicación lo antes posible. Ello implicaría una predisposición clara a firmar la licencia municipal y también a financiar parte del coste del traslado.

Xoán Xosé Bouzás ratificaba que, a día de hoy, el empresario ya se ha puesto en contacto con responsables de la comunidad de montes de San Lorenzo para poner sobre la mesa una oferta económica para la adquisición de la citada parcela. Ahora, y según señalaron desde la CIG, la pelota está en el tejado de los comuneros que, previsiblemente, se reúnen el próximo día 31 en asamblea para tratar el asunto.

Los trabajadores apelaban ayer a la solidaridad de la comunidad de montes y afirmaban que "no existe otra posibilidad de traslado de la firma porque llevarla para un sitio más lejano no compensa, lo que obligaría al cierre y, por lo tanto, a despedirnos a los 20 que somos y a poner en riesgo otros 100 puestos de trabajo indirectos que también dependen de Granitos Triturados". Además, la Xunta de Galicia no financiaría parte del traslado a un lugar que no sea el señalado ayer por los trabajadores.

Xoán Xosé Bouzas manifestaba además que la ubicación de la empresa en la parcela que se está negociando no perjudica en absoluto a los vecinos porque "se han estudiado los accesos, no existe ningún manantial ni bien protegido y guarda la distancia de seguridad obligada para que no suponga un problema ni a nivel de ruidos ni en contaminación para las casas aledañas".

De todos modos, y si los comuneros no alcanzan un acuerdo en la próxima asamblea, los trabajadores advierten que iniciarán un calendario de movilizaciones en defensa de sus puestos de trabajo amenazando incluso con paralizar las obras en el macronudo.

Aún así, los trabajadores confían en que desde la comunidad de montes arreglen la situación porque, señalan, "la mayor parte de los operarios vinculados de modo directo o indirecto a la firma Granitos Triturados somos vecinos de esa parroquia y por lo tanto es una situación que repercute directamente en la economía no sólo del municipio, sino también de la comarca".