La asociación de vecinos de Rubiáns ha remitido ya dos escritos al Concello de Vilagarcía para que subsane de una vez por todas el problema existente con un propietario de una finca en la carretera que une A Laxe con Perrón. Según el presidente del colectivo vecinal, Xurxo Abuín, un particular bloquea con la colocación de un muro el desagüe normal de las corrientes pluviales que discurren por las fincas del lugar inutilizando la carretera para el paso normal de peatones.

Desde la asociación insisten en que, normalmente y en otros puntos de la parroquia, el desagüe de las corrientes se hace de forma natural y que ningún propietario puede interrumpir el discurrir normal del agua con perjuicio de sus vecinos. Xurxo Abuín reconoce que la situación se puso en conocimiento del gobierno local en dos ocasiones y que, desde Ravella, han hecho caso omiso a las reivindicaciones. Insiste en que la situación es aún peor cuando las precipitaciones son más intensas, lo que hace intransitable el citado vial.

El presidente ratifica que en alguna ocasión los vecinos afectados abren el muro por iniciativa propia, pero insisten en que es un tema en el que debe intervenir directamente el Concello porque afecta a la circulación de un vial de carácter público.

Más quejas

Lo cierto es que esta queja no es la única que ha caído, según la asociación de vecinos de Rubiáns, en saco roto en los últimos meses.

El colectivo presidido por Xurxo Abuín también se ha hecho eco de los problemas sufridos por un particular en una vivienda ubicada en la carretera que transcurre paralela al cementerio inglés. Al parecer, explican los vecinos, el colapso del pozo de registro de las augas fecales a causa de las fuertes lluvias hace desplazar los desperdicios hasta la huerta y la vivienda del citado particular que ha remitido ya un escrito al ayuntamiento para que tome cartas en el asunto.

Desde Rubiáns señalan que la solución todavía tiene pendiente de determinar cuál es el problema exacto que hace que los residuos fecales retrocedan por las tuberías y que, por lo tanto, esa es labor de un operario enviado por Ravella que aún no se ha personado en el lugar.

Los vecinos insisten en que las demandas que se están haciendo son “normales” y que, de hecho, “no suponen ninguna inversión o proyecto presupuestario como para que queden en saco roto”. De hecho, inciden en que “no nos gusta llegar a extremos de denuncia, pero parece que no queda ninguna otra alternativa”.

Desde el colectivo ratifican que “vamos a seguir protestando por estos dos aspectos porque creemos que son demandas juntas y que el gobierno municipal debe tomar cuanto antes cartas en el asunto”.