En 1835 premian a José Pombo Vila por méritos de guerra otorgándole un pinar en András y autorizándole a abrir el que sería el primer estanco de la parroquia de San Cibrán, en Vilanova de Arousa. Ese es el origen de una de las sagas de comerciantes más importantes de Vilanova. Hoy, más de 170 años después, sus descendientes siguen dedicándose al comercio.

El primer estanco de los Pombo se encontraba en un pequeño inmueble de la Praza Vella –hoy Marqués de Bradomín–, que en la actualidad es la sede de la asociación cultural Amigos de Valle. José Pombo Vila le dejó el negocio a su hijo Pastor Pombo Regás, una persona muy conocida en Vilanova porque fue profesor en el pósito de pescadores y corresponsal de prensa, trabajando para FARO.

Por ello, el estanco empieza a ser conocido como el de "don Pastor". La nueva denominación adquiere tanta fama, y se enquista de tal manera en el inconsciente colectivo de los vilanoveses, que el penúltimo gerente del negocio, José Canabal, cuenta a modo de anécdota como todavía hoy existen personas que creen que su nombre es Pastor.

Tras Pombo Regás toma las riendas del estanco de la Praza Vella otro Pastor, hijo del anterior. Este se apellida Pombo Ferro, y tendrá una hija, Aurora Pombo Fernández, que será la siguiente depositaria de las llaves del comercio.

Con ella se produce el primer gran cambio en la de "don Pastor". Hasta entonces había sido tan solo estanco –aunque también vendían material escolar y periódicos–, pero a partir de los años sesenta del siglo pasado se convierte en una de las primeras –si no en la primera– librería de Vilanova.

A raíz de la muerte de Aurora Pombo, en 1977 el estanco–librería experimenta su primera mudanza, pasando a ocupar un bajo de la calle Calvo Sotelo –la actual Josefina Blanco–, muy cerca de la plaza de A Pastoriza y de la vieja iglesia parroquial.

La quinta gerencia

Tras el fallecimiento de Aurora Pombo asumen la gestión del establecimiento su viudo, José Canabal Pérez, y una hermana suya, Concepción. Ellos seguirán con el negocio, por mucho que fuera siga colgando un cartel anunciando la de "Aurora Pombo" y para muchos vilanoveses el estanco siga siendo la de "don Pastor". Con el tiempo, los hijos de José empezarán a echarles una mano con el negocio.

Hasta que en 2006 José Canabal se jubila, y toman el relevo su hija, Consuelo Aurora Canabal Pombo, y su marido Eulogio Aragunde Pérez. Ellos son la quinta generación –Aurora Pombo y José Canabal pertenecen a la misma– de un negocio que acaba de experimentar el que tal vez sea el cambio más drástico de su historia.

El bajo de la calle Josefina Blanco era de apenas 30 metros cuadrados. En ese espacio debían arreglárselas para atender al público y para almacenar todos los productos: desde los cartones de tabaco hasta los cuadernos y lapiceros llenos de bolígrafos, las revistas y periódicos y las estanterías llenas de libros.

"Llevar tres negocios en ese espacio era una misión imposible", cuenta Consuelo Canabal. Por ello, llevaban tiempo soñando con la posibilidad de mudarse a un local más grande. Lo encontraron muy cerca de la capilla de San Mauro, en un edificio de nueva construcción de la calle Juan Carlos I.