La Consellería do Mar trata de impulsar la acuicultura en países en vías de desarrollo, y al tiempo que se exportan conocimientos y experiencias también se accede a iniciativas desplegadas en otros países que pueden tener aplicación en Galicia. Del mismo modo que el año pasado se apostó por diferentes regiones africanas, esta vez las miradas se centran en Nicaragua, El Salvador y Perú.

Esto se consigue después de que, durante semanas, la Administración autonómica formara a una veintena de alumnos dentro del curso "Cooperación al desarrollo y la acuicultura".

Una vez finalizado el ciclo, ahora tres de esos estudiantes tienen la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos, es decir, que van a poder desarrollar sus proyectos para el desarrollo y la acuicultura en los tres países antes citados, "permitiendo a sus poblaciones abastecerse de proteína animal que garantice su mejor alimentación", dice Mar.

Se trata de una iniciativa desplegada a través del Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar) en el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa) de A Illa de Arousa, donde se desplegaron 290 horas de formación teórica y práctica para un total de 21 alumnos llegados de diferentes puntos de Galicia que ya tenían formación previa en materia de acuicultura.

A través de las clases, talleres y demás actividades desarrolladas, el alumnado elaboró planes de acuicultura ideados para la cooperación en un área geográfica concreta, que cada alumno podía seleccionar libremente.

Al mismo tiempo se familiarizaron con los conceptos básicos de la cooperación y con todo lo necesario para utilizar la acuicultura a modo de herramienta para el desarrollo en terceros países.

Los tres alumnos seleccionados optan ahora a bolsas de formación auspiciadas por la FAO, la Organización Sectorial de Pesca y Acuicultura de Centroamérica y por Infopesca.

Paloma Rueda, directora-gerente de Cetmar, fue la encargada de clausurar este curso, en el cual los alumnos "contaron con profesionales de primera línea" que los ayudaron a prepararse para afrontar planes de cooperación internacional que la Administración autonómica considera "una obligación y no algo que desarrollar para que nos aplaudan".