Las “cañas” son una de las consumiciones más populares en casi cualquier bar. Pero aunque el acto de llenar un vaso con cerveza de barril parezca sencillo tiene su arte, y en las escuelas de hostelería se enseñan diferentes técnicas para “tirarlas”. Un vecino de Cambados de 23 años, Alberto Castiñeiras Cacabelos, puede considerarse como uno de los mejores “tiradores” de cañas de cerveza de toda España.

Alberto Castiñeiras estudia Cocina en la Escuela de Hostelería de Santiago de Compostela y tras realizar un curso de coctelería con Juanjo Fernández -presidente de la Asociación Galega de Barman- en abril de este año participó en el campeonato gallego de Coctelería, alzándose con la victoria en la categoría de jóvenes.

Gracias a ese triunfo le invitaron a dos campeonatos nacionales, uno celebrado en mayo en Sitges (Barcelona) -organizado por una marca de ron-, y otro convocado por la Federación de Asociaciones Españolas de Barman, que tuvo lugar hace poco en Palma de Mallorca.

La caña perfecta

Este torneo de Palma se dividía en tres modalidades distintas: elaboración de gin-tónic, coctelería y tiradores de cerveza, y Castiñeiras ganó este último. El jurado requería unas normas muy estrictas: debían llenar de cerveza el 70 por ciento del vaso, y éste debía mantener una inclinación de 45 grados con respecto al grifo.

Otra condición era que la caña tuviese dos dedos de espuma -sin que rebasase en ningún momento el borde del vaso- y el jurado analizaba también la técnica y la posición del camarero detrás de la barra.

Alberto Castiñeiras tardó entre tres y cuatro minutos en completar cada una de las dos “cañas” que tuvo que servir, pero al final el jurado valoró que ambas se acercaban mucho a lo que se considera la “caña ideal”, por lo que le otorgaron la máxima puntuación en su categoría.

“En un concurso así no puedes tirar la cerveza toda de golpe. Yo lo hice en tres tiempos”, comentaba Alberto Castiñeiras, un joven apasionado por la cocina, tanto que ni siquiera sus éxitos como barman le hacen dudar si escogió bien la especialidad que estudia en la escuela de Hostelería.

“Esto todo ha sido gracias a Juanjo Fernández y a José Soto -el relaciones públicas de la Asociación Galega de Barman-, que son quienes estuvieron conmigo y los que más hicieron por mí”, comentaba un exhultante Castiñeiras a su regreso de Palma de Mallorca.

Vocación hostelera

Alberto Castiñeiras fue jugador de baloncesto y en la actualidad entrena el equipo junior femenino del Xuventude de Cambados, y es el segundo entrenador del filial de este mismo club. Tras terminar los estudios secundarios se matriculó en Relaciones Públicas en A Coruña, pero no llegó a terminar los estudios. Recuerda que “siempre quise dedicarme a la hostelería, desde pequeño”, de modo que al final dejó las relaciones públicas y buscó su lugar en la escuela de cocina de Santiago.

Está convencido de que ese es el oficio al que desea dedicarse -con lo que tendrá la oportunidad de continuar la excelente tradición de restauradores que tiene Cambados- y que la cocina es lo suyo.

A pesar de todo, no niega que los trabajos de barra también le atraen, y de hecho ya ha decidido participar en el próximo campeonato gallego de Coctelería, con el objetivo de obtener el billete para el nacional.